Por extraño que parezca, en Francia no ha habido ningún largometraje dedicado a Sarah Bernhardt. En Estados Unidos, sólo la misteriosa Greta Garbo apareció como “La Divina” en 1928, seguida de Glenda Jackson. en una película biográfica de Richard Fleischer titulada La increíble Sara (1976). Si Ludmila Mikaël prestó sus papeles a la famosa actriz en una película para televisión en 2008, tuvimos que esperar casi un siglo después de su muerte para ver una película dedicada a Sarah Bernhardt, que sin embargo representó tan bien a Francia en su época. Para interpretar a este personaje legendario, Guillaume Nicloux eligió a Sandrine Kiberlain.
Suficientes para cerrar un año intenso de proyectos, entre La pequeña fregona por Bruno Podalydès y Los bárbaros por Julie Delpy. Noble La Divinela película, que se estrena este miércoles 18 de diciembre, no se presenta como un biopic clásico y se centrará en dos momentos cruciales en la vida de la actriz: su jubileo y la amputación de su pierna, al final de su vida. Un papel que sin duda marcará la carrera de la actriz de 56 años y que requirió una gran preparación.
¿El papel de su vida?
A diferencia de Marion Cotillard en el niño, La Divine no requirió mucho trabajo de maquillaje para Sandrine Kiberlain, que aparece bajo sus propias características.
Entrevistado por France Info este domingo 15 de diciembre de 2024 con motivo del estreno de la película, la actriz que ganó un César por 9 meses firme explica : “En las imágenes que tenemos de ella la vemos pelirroja, la vemos morena, la vemos delgada, la vemos gorda. Por eso no me encariñé con estas imágenes, ni con las grabaciones de su voz, que son demasiado antiguas y, por tanto, inaudibles. Y en cualquier caso, no se trataba en absoluto de copiarla, de imitarla”.
Sandrine Kiberlain: “Fue largo y laborioso”
Sin embargo, asumir el rol requerido a pesar de todo, gran preparacióncomo ella explica: “El trabajo fue, en primer lugar, deshacerse del texto. Y eso fue largo y laborioso. Dos meses de trabajo cuatro horas diarias únicamente en el texto”.
Para este papel, la actriz se benefició de la ayuda de un ensayocon quien aprendió el guión, hasta la coma. “De memoria, para que este lenguaje se convierta en mi propio lenguaje antes de que se convierta en el que yo inventaría durante el rodaje con Guillaume, con el vestuario, los decorados, con toda la información del guión, con todo lo que había podido leído todo lo que había visto de ella…”relata Sandrine Kiberlain antes de concluir, “Así que hice mi cosa inconsciente así, sin hablar de ello con Guillaume, y el gran día, ¡dejamos que el monstruo saliera de mí! “. ¿En buen lugar para un segundo César?