Apenas unas horas después de la caída, el 8 de diciembre, del presidente sirio Bashar al-Assad, expulsado del poder por los rebeldes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó al ejército que se apoderara de esta zona de amortiguación controlada por la ONU que separa a los dos países en los Altos del Golán. Un funcionario de la ONU en Nueva York confirmó que la fuerza de mantenimiento de la paz había “observado una serie de incidentes diarios del ejército israelí operando al este de la zona de amortiguamiento”.
El domingo, el Gobierno israelí aprobó “por unanimidad” el proyecto de Benjamín Netanyahu para “el desarrollo demográfico de las localidades del Golán y (de la ciudad de) Katzrin, por un importe de 40 millones de shekels (10,6 millones de euros), a la luz de la guerra y de la nuevo frente en Siria y el deseo de duplicar la población del Golán”, según un comunicado de su oficina.
tampón de zona
“Esta es una decisión que fortalece las localidades del Golán y el Estado de Israel”, añade el comunicado. Al mismo tiempo, el Primer Ministro israelí destacó que su país no quiere entrar en conflicto con Siria. “No tenemos ningún interés en enfrentarnos a Siria; definiremos la política de Israel hacia Siria basándonos en la realidad sobre el terreno”, dijo en un vídeo difundido por su oficina.
“Hoy todo el mundo comprende la importancia capital de nuestra presencia en el Golán, y no al pie del Golán”, que domina las colinas de Galilea y el lago Galilea en el norte de Israel, afirmó Benjamín Netanyahu. Alrededor de 30.000 ciudadanos israelíes viven en 34 localidades del Golán anexionado por Israel, a los que se suman 23.000 drusos, una comunidad cuya religión proviene del Islam, que en su mayoría afirman ser sirios aunque tienen el estatus de residentes en Israel.
Israel conquistó parte del Golán, en el suroeste de Siria, durante la guerra árabe-israelí de 1967, antes de anexar el territorio en 1981. Sólo Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, reconoció esta anexión en 2019.
Sabotaje
Arabia Saudita condenó el domingo el plan del gobierno israelí de duplicar la población en la parte ocupada por Israel del Golán sirio, denunciando “el continuo sabotaje de las oportunidades para restablecer la seguridad y la estabilidad en Siria” tras la caída de Assad.
Por su parte, Qatar deploró “un nuevo episodio de la serie de agresiones israelíes contra territorios sirios y una flagrante violación del derecho internacional”. La semana pasada, Benjamín Netanyahu declaró que el Golán anexado sería israelí “por la eternidad”.
El ejército israelí también se apoderó de zonas más allá de la zona de amortiguación. Israel presentó la acción, que provocó la condena internacional, como una medida temporal y defensiva. En el proceso, el Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó a las tropas que “se prepararan para permanecer” durante todo el invierno en la zona de amortiguamiento.
Cientos de huelgas
En una declaración en video el domingo después de una llamada telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro israelí dijo que Siria había atacado a Israel en el pasado y había permitido que otros, incluido el Hezbollah libanés, lo hicieran desde su territorio.
“Para garantizar que no se repita lo ocurrido en el pasado, hemos tomado una serie de medidas intensivas en los últimos días”, afirmó. “En cuestión de días, destruimos las capacidades que el régimen de Assad había construido durante décadas”, añadió.