El informe anual de 2023 del Tribunal de Cuentas arroja dura luz sobre la debilidad de las operaciones de exploración de hidrocarburos en Marruecos, que siguen “ por debajo del promedio mundial “. El documento destaca en particular la falta de cambios en la densidad de las perforaciones exploratorias desde el lanzamiento de la estrategia energética nacional, que sin embargo preveía el desarrollo del sector del gas natural.
Según datos recogidos por el Tribunal de Cuentas del Ministerio de Energía, la densidad de pozos construidos en Marruecos se sitúa en sólo 4 pozos por cada 10.000 kilómetros cuadrados, una cifra alejada de la media mundial que alcanza los 1.000 pozos para la misma superficie. Esta densidad también sigue siendo inferior a la de países vecinos como Mauritania y Senegal, donde la exploración costa afuera ha experimentado un desarrollo notable.
Así, el informe del Tribunal de Cuentas destaca la falta de avances tangibles en el ámbito desde la adopción de esta estrategia, con un total de sólo 374 pozos perforados a finales de 2023. De ellos, 84 pozos se realizaron entre 2009 y 2023, mientras que la superficie de cuencas sedimentarias abiertas a la exploración se extiende sobre aproximadamente 761.000 kilómetros cuadrados.
Por el lado de las inversiones, la Jurisdicción indica que el esfuerzo financiero desplegado en la exploración de hidrocarburos alcanzó los 23,9 mil millones de DH entre 2009 y 2022, o una media anual de 1,78 mil millones de DH. Sin embargo, estas inversiones experimentaron un descenso a partir de 2014, situación atribuida a la ausencia de grandes descubrimientos comerciales y al contexto global marcado por una transición hacia las energías renovables.
A pesar de estas dificultades, el informe señala que los esfuerzos de exploración han dado como resultado descubrimientos de gas natural relativamente pequeños pero alentadores. Entre los resultados destacables se encuentran los descubrimientos en la región de Tendrara en 2016 y en la zona marítima de Tánger-Larache en 2021. Los recursos potenciales de los dos sitios se estiman en 10 mil millones de metros cúbicos para el primero y 18 mil millones de metros cúbicos para el segundo.
Sin embargo, poner en marcha estos proyectos requerirá inversiones considerables, estimadas en 5,7 mil millones de dírhams para Tendrara y 9 mil millones para Tánger-Larache. Una vez en producción, estos proyectos podrían aumentar la capacidad de producción de gas natural de Marruecos de 100 millones a 900 millones de metros cúbicos por año, contribuyendo así a reducir la dependencia energética del país.
En conclusión, el Tribunal de Cuentas denuncia la lentitud en la realización de iniciativas destinadas a desarrollar el sector del gas natural, situación que penaliza los esfuerzos encaminados a abandonar progresivamente el carbón, todavía dominante en el mix energético nacional. Esta transición es, sin embargo, un objetivo central de la estrategia energética nacional para 2030.
Finalmente, el informe anual 2023 de la CdC destaca que, aunque desde 2011 se han lanzado varias iniciativas para desarrollar el gas natural, estas nunca se han formalizado en el marco de una estrategia nacional clara y estructurada. En un contexto en el que los compromisos climáticos de Marruecos exigen una reducción gradual de la dependencia del carbón, el uso del gas natural parece, por tanto, una necesidad inevitable y no una simple elección estratégica.