¿Trompe l’oeil o efecto duradero? Hará falta un poco más de tiempo para decir que este PSG está completamente curado. Que su inoperancia no es más que un vago recuerdo, mientras se avecina un importante viaje a Mónaco y un partido de la Copa de Francia en Lens. Seis goles en una semana de partidos de Liga de Campeones y Ligue 1, es la primera vez que el club capitalino logra tal éxito desde el inicio de la temporada. Contra el Lyon, el domingo por la tarde en el Parque de los Príncipes, el partido giró en torno a las dos primeras ocasiones parisinas y, como símbolo, Ousmane Dembélé, a menudo señalado por su falta de realismo ante el gol, marcó en su primera oportunidad (1 – 0,8º).
Cinco minutos más tarde, Vitinha hizo la pausa de penalti y dio una dimensión casi inesperada al marcador en el cuarto de hora más prolífico de la temporada parisina. Cuando los de Luis Enrique no se echan de menos en la zona de la verdad lo cambia todo. ¿Cómo se explica que este PSG haya llegado tan lejos en tan poco tiempo? En primer lugar está el rival de la noche, sin duda debilitado por su actuación europea del jueves contra el Frankfurt, cuyo comienzo de partido fue catastrófico. “Estamos decepcionados porque vinimos a buscar algo. Es complicado. ¿Nuestro comienzo? No jugamos el partido. También nos faltó un poco de agresividad, no defendimos al mismo tiempo”, explicó Georges Mikautadze en la zona mixta. Su entrenador, Pierre Sage, admitió honestamente haber caído “contra un oponente de gran calidad”.
Pero tal vez esta mejor jugada no deba buscarse sólo en el bando contrario. Durante varias semanas, los jugadores que comparecieron ante la prensa lucharon por expresar con palabras sus problemas, admitiendo haber trabajado en numerosos ejercicios de cara a portería, sin dejar de creer que todo acabaría dando sus frutos. Tuvieron un comienzo positivo y la victoria a mitad de semana casi volvió a poner las cabezas en su lugar, como lo ilustra la reacción colectiva al segundo gol marcado por Nuno Mendes el martes. Una sensación que Vitinha confirmó tras el pitido final de la victoria ante el OL.
“Se siente bien ganar en Salzburgo y ahora en casa tenemos que seguir. Creo que en el último partido contra el Lyon fuimos superiores, así que hoy también lo esperábamos. Esperábamos un partido difícil, pero hicimos todo lo posible para hacerlo fácil”, subrayó el lanzador de penaltis oficial del PSG. “Vimos un partido completo, fiel a nuestros principios, desde el principio. Tuvimos muchas ocasiones de gol y merecíamos esta victoria. Estamos en una muy buena racha”, añadió Luis Enrique en rueda de prensa. Prueba de este realismo: el PSG sólo hizo 6 tiros a puerta, pero marcó tres veces…
En esta evaluación positiva, varios puntos también pueden explicar la nueva eficacia. Ante el Salzburgo y luego contra el Lyon, el PSG supo mostrar más variedad en su forma de proyectarse. En estos dos encuentros, los dos primeros logros vinieron de ataques queridos por Luis Enrique. Cuando llegaron los últimos vía juego en transición. El campeón de Francia también podrá estar satisfecho con el ascenso de poder de un chico nuevo. Pasador decisivo antes de provocar el penalti contra el Lyon, Désiré Doué hizo una gran entrada contra el Salzburgo, salpicada de un gol y una ofrenda, mientras que Bradley Barcola continúa su período de sequía. Sin olvidar a Gonçalo Ramos doblemente efectivo entre el martes y el domingo.
En esta semana buena para las cabezas y las estadísticas, Ousmane Dembélé se mostró incluso exigente. “Es cierto que los primeros 15 minutos pusimos mucha intensidad. No les dejamos respirar y fuimos recompensados. Después tuvimos dos o tres oportunidades en las que realmente pudimos sentenciar el partido y dejamos que el rival se recuperara. En general hicimos un buen partido”, reconoció el internacional francés. Como si el edificio todavía fuera frágil.