El día después del 7 de octubre, los ministerios de Asuntos Exteriores de todo el mundo aconsejaron a sus ciudadanos que no viajaran por Israel. Esta instrucción de viaje continuó durante todo 2024 pero ahora tres estados han decidido bajar este nivel de alerta.
El primero en hacerlo fue China. Beijing define ahora a Israel como un destino “naranja”, excepto la zona al norte de Cesarea, al sur de Ashkelon y al oeste de Beersheba, que sigue siendo “roja”.
Japón y Gran Bretaña se unieron a China.
Esta decisión tendrá efectos positivos en el turismo pero también en el mundo empresarial israelí. De hecho, muchos empresarios chinos, en particular, se han abstenido de viajar a Israel durante un año, comprometiendo un cierto número de contratos. Además, las compañías de seguros se negaron a cubrir a los viajeros que decidieron ir a Israel y, por lo tanto, muchos desistieron.
Ahora estos obstáculos han sido eliminados para que China, Japón y Gran Bretaña y otros países puedan seguir este camino.