Desde pervitin para las tropas nazis alemanas hasta dexedrina para los soldados estadounidenses que participaron en la guerra de Vietnam. Cada guerra tiene su propia droga… o cóctel de drogas. Y la invasión de Ucrania, lanzada por Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022, no es una excepción. Desde el inicio del conflicto, las tropas ucranianas han denunciado prisioneros rusos bajo la influencia de diferentes sustancias. Cerca del frente en Pokrovsk, en el este de Ucrania, donde los combates son intensos, los soldados ucranianos aseguran que sus adversarios están tomando promedol, también llamado trimeperidina.
Este opioide analgésico no es la primera molécula que llega al campo de batalla. En mayo de 2023, el grupo de expertos británico Royal United Services Institute publicó un informe sobre las acusaciones ucranianas de uso de anfetaminas en las filas rusas. “Cuando se trata de las fuerzas rusas en Ucrania, hay escasez de información verificada, agravada por la prevalencia de desinformación procedente de diversas fuentes, incluida la del lado ucraniano”, advierte Łukasz Kamieński, politólogo polaco y autor de Disparos: una historia de las drogas en la guerra.
El soldado, esta “herramienta mejorable”
Sin embargo, en tierras ucranianas repletas de trincheras, es fácil imaginar por qué un soldado querría automedicarse. “Los productos psicotrópicos siempre han estado presentes en los campos de batalla y sus usos han sido múltiples: calmar el dolor, superar el miedo y la fatiga, olvidar las atrocidades vividas o sufridas, unir a los hombres…”, enumera Erwan Pointeau Lagadec, historiador de las drogas. “Un ser humano no mata fácilmente a otros seres humanos. Drogas como las anfetaminas pueden reducir la inhibición necesaria para hacerlo, pero también la intensidad del miedo sentido”, explica Norman Ohler, periodista alemán y autor de Éxtasis total, El Tercer Reich, los alemanes y las drogas.
“Algunos fármacos permiten superar los límites normales de resistencia del cuerpo humano, otros, resistir el estrés postraumático”, explica Xavier Paulès, profesor de la EHESS. Así, según un informe de la administración estadounidense de 1974, el 98% de los soldados estadounidenses movilizados en Vietnam consumían opio, el 34% heroína y el 25% anfetaminas. “Existe un uso cínico de las drogas en un contexto de guerra”, afirma Norman Ohler. Las drogas funcionan muy bien en este momento, pero hay repercusiones. Esto demuestra que la vida humana no es tan importante en un contexto bélico, el soldado es una herramienta que se puede mejorar, aunque le perjudique. »
“Coraje líquido”
Promedol es un tranquilizante. no seria adecuado [donc] “No para mejorar el rendimiento de los soldados”, a diferencia de “estimulantes como las anfetaminas”, precisa Łukasz Kamieński. Pero los estimulantes no fueron las únicas sustancias que aparecieron en los menús de los soldados: el alcohol, que tampoco tiene propiedades estimulantes, fue utilizado masivamente por los combatientes a lo largo de la historia. “Sabemos que durante la guerra del 14 al 18, muchos soldados se quedaron atrapados con tanino”, afirma Xavier Paulès. El alcohol también formaba parte de las raciones de comida de los Poilus. En 1916, cada recluta recibía 75 cl de vino al día, el equivalente a una botella, y en 1918 la cantidad había aumentado a un litro.
Incluso existe en inglés la expresión “Dutch Courage” o, en francés, “liquid Courage”, que hace referencia a la valentía que puede proporcionar la intoxicación. “Si lees las cartas de los soldados de la Gran Guerra, algunos estaban completamente borrachos y utilizaban el alcohol para aniquilar su terror”, relata Xavier Paulès. “Tradicionalmente, las tropas rusas consumen vodka”, recuerda Norman Ohler.
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“El consumo de alcohol en el ejército ruso es mucho más antiguo y está más extendido que el del promedol”, añade Erwan Pointeau-Lagadec. Es muy probable que los soldados rusos utilizaran opioides con propiedades analgésicas. Pero no hay nada que pueda demostrar si se trata de un fenómeno sistemático o incluso uno que pueda explicar el comportamiento del ejército ruso en su conjunto en el campo de batalla en Ucrania. » Por lo tanto, habrá que esperar hasta el final del conflicto y años de investigación para determinar en qué medida las tropas rusas sacaron su coraje de cápsulas o matraces.