Menos de una semana después de la caída del régimen de Bashar El-Assad, “El ejército ruso parece estar cargando equipos en una base aérea militar en Siria, según muestran imágenes de satélite” tomado viernes, informes Al Jazeera. “Las imágenes muestran lo que parecen ser al menos dos Antonov An-124, uno de los aviones de carga más grandes del mundo, con la nariz abierta, en la base aérea de Hmeimim en la provincia costera de Latakia, en Siria”..
“Las imágenes también muestran lo que parece ser un helicóptero de ataque Ka-52 siendo desmantelado y probablemente preparado para su transporte, así como fragatas rusas navegando frente a la costa siria”.donde Moscú tiene la base naval de Tartous, añade el canal qatarí.
“Si la aviación táctica todavía está presente, las fuerzas rusas parecen estar reagrupándose en Hmeimim y Tartous. En resumen, una retirada está en marcha”confirma Michael Kofman, investigador principal del programa Rusia y Eurasia de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, citado por el Ojo de Medio Oriente.
Estos movimientos se producen mientras miles de sirios salían a las calles del país el viernes para celebrar el fin del reinado de Bashar El-Assad, ante el llamamiento del líder del grupo rebelde armado Hayat Tahrir Al-Sham (HTC), arquitecto de la caída del régimen.
“Contrapunto a la hegemonía estadounidense”
“No está claro si Moscú planea abandonar completamente Siria”observe el Correo de Washingtonmientras que Moscú “Utilizó a Hmeimim para establecer su influencia en todo Oriente Medio y África” y firmado en 2017 “un contrato de arrendamiento de 49 años para la instalación”.
Para “Base naval de Tartous, construida durante la era soviética”asegura “Apoyo a sus barcos en el Mediterráneo Oriental”precisa el diario americano.
“Las estrechas relaciones entre Moscú y la dictadura de Assad –el líder depuesto encontró refugio allí– desarrolladas durante décadas, habían sido aprovechadas por Putin para erigirse en presencia regional e interlocutor esencial, en contrapunto a la “hegemonía estadounidense”analizar El Mundo.
El diario español subraya que las bases de Hmeimim y Tartous son, por tanto, “de innegable importancia estratégica” para Moscú en África y en el flanco sur de la OTAN. Pero desde la caída de El-Assad, “Ambos están ahora bajo el control de los ganadores”.
Engatusar al nuevo régimen sirio
A través de Mikhail Bogdanov, viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Moscú declaró que había mantenido conversaciones “constructivo” con los nuevos amos de Damasco, y “esperaba mantener su presencia militar en la región”informa el Tiempos financieros.
Los analistas consultados por el diario británico creen que para convencer al nuevo Gobierno, Rusia podría ofrecerle “dinero, suministro de energía o el oro y los diamantes que extrae de África, así como una posible asociación política más amplia”.
De hecho, “La pérdida de Hmeimim y Tartous sería un duro golpe para Rusia, obligándola a buscar en otros lugares, especialmente en Argelia, Sudán o Libia, posibles bases de reemplazo”explica Diario de Wall Street. “Pero Moscú tiene pocas opciones que ofrezcan las mismas ventajas que el puerto sirio de Tartus”añade el título americano.
Derramar el independiente« No hay duda de que el fin del régimen de Bashar El-Assad en Siria ha debilitado la posición de Rusia en Medio Oriente y socavado la posición internacional de Moscú. Pase lo que pase con las dos bases militares rusas en Siria, la proyección de poder de Rusia en Medio Oriente parece haber terminado, al menos por ahora..
“Esto convierte a Rusia en un perdedor casi tan grande como Irán en la dinámica de poder regional”juzga el diario.