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La investigación revela fallas preocupantes

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Quizás recuerdes estas impactantes imágenes de autobuses eléctricos ardiendo en las calles de París en 2022. Dos años después de estos incidentes que dejaron huella, los expertos finalmente han sacado sus conclusiones. Y lo menos que podemos decir es que sus revelaciones plantean serias dudas sobre la seguridad de los grandes vehículos eléctricos. Profundicemos en los detalles de este asunto que bien podría tener repercusiones en todo el sector.

Un cóctel explosivo de fracasos

La investigación realizada por la Oficina de Investigación de Accidentes de Transporte Terrestre (BEA-TT) puso de relieve una combinación de factores que provocaron los incendios. Contrariamente a la creencia popular, la culpa no es de la tecnología eléctrica en sí, sino de una serie de fallos técnicos y humanos.

Primera revelación impactante: una error de producción provocaría un cortocircuito entre las celdas de la batería. Normalmente, este tipo de fallo debería haber sido detectado por el sistema de gestión de baterías (BMS), pero este último falló en su tarea. Lo que es aún más preocupante: no se activó ninguna alerta para advertir al conductor, privando así a los pasajeros de una evacuación rápida que podría haber resultado crucial.

Los límites insospechados de la tecnología “segura”

Uno de los aspectos más preocupantes revelados por esta investigación se refiere a la propia tecnología de las baterías utilizadas. Los autobuses incriminados, marca Bluebus, estaban equipados con baterías de electrolito sólido LMP (litio-metal-polímero). Se suponía que esta tecnología ofrecería mayor seguridad contra el riesgo de sobrecalentamiento. Sin embargo, resulta que esta supuesta seguridad ha llevado a una peligrosa negligencia.

De hecho, la resistencia al fuego de estas baterías simplemente no fue probada, ya que su electrolito sólido se consideró no inflamable. Una hipótesis que los hechos han desmentido brutalmente. Esta revelación podría tener importantes implicaciones para todo el sector de los vehículos eléctricos, ya que muchos fabricantes apuestan por esta tecnología de electrolitos sólidos para sus futuras baterías.

Recomendaciones que suenan a advertencia

Ante estos alarmantes hallazgos, el BEA-TT emitió siete recomendaciones destinado a prevenir futuros incidentes. Estas recomendaciones no se limitan únicamente al fabricante Bluebus, sino que están dirigidas a todo el sector:

  • Mejorar la detección temprana de defectos que pueden provocar incendios
  • Reforzar la protección de los pasajeros frente a las altas temperaturas y el riesgo de caída de las baterías
  • Garantizar un mejor registro y una transmisión regular de datos críticos
  • Continuar investigando la eficacia de los medios de lucha contra este tipo de incendios.
  • Cambiar las regulaciones para todos los vehículos eléctricos grandes
  • Mejorar la formación de los servicios de emergencia para intervenir en este tipo de incidentes

Estas recomendaciones resaltan cómo la industria de los vehículos eléctricos, a pesar de su rápido progreso, todavía tiene camino por recorrer en materia de seguridad. También destacan la necesidad de un enfoque más holístico de la seguridad, integrando no sólo el diseño de los vehículos, sino también la formación de las partes interesadas y la adaptación de las normativas.

Un recordatorio saludable para toda la industria

Aunque afortunadamente estos incidentes no causaron víctimas, sirven como Llamada de atención para todo el sector del vehículo eléctrico. A medida que se acelera la transición a la electromovilidad, con objetivos ambiciosos establecidos por muchos países, este caso nos recuerda la importancia crucial de no sacrificar la seguridad en el altar de la innovación.

Para ustedes, futuros compradores o usuarios de vehículos eléctricos, estas revelaciones no deberían ser motivo de pánico. Las estadísticas muestran que los incendios de vehículos eléctricos persisten Más raros que los de los vehículos térmicos.. Sin embargo, subrayan la importancia de permanecer atentos y elegir vehículos de fabricantes reconocidos por su seriedad en materia de seguridad.

¿Hacia una nueva era de transparencia?

Esta investigación podría marcar un punto de inflexión en la forma en que la industria aborda la seguridad de los vehículos eléctricos. La transparencia demostrada por el BEA-TT, al hacer público todo su informe, podría alentar a otros actores a ser más abiertos en estas cuestiones cruciales.

Para usted, el consumidor, esto significa potencialmente acceso a información más detallada sobre la seguridad de los vehículos que está considerando comprar. No dude en hacer preguntas específicas a su distribuidor sobre los sistemas de seguridad instalados, en particular en lo que respecta a la gestión de la batería.

En definitiva, este caso nos recuerda que la transición a la electromovilidad es un proceso complejo, que requiere una vigilancia constante y una estrecha colaboración entre fabricantes, autoridades y usuarios. Es a este precio que podremos construir un futuro de movilidad que sea a la vez sostenible y seguro.

Escrito por Albert Lecoq

Especialista en guías de compra de coches eléctricos, me apasionan las nuevas tecnologías y soy un firme defensor de la adopción de la tecnología eléctrica y la movilidad sostenible.

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