Es el hombre del que todo el mundo habla. Se trata de Abou Mohammed al-Joulani, el líder islamista de la coalición rebelde que logró derribar el régimen de Bashar al-Assad el domingo 8 de diciembre, informa BFMTV. Este hombre en realidad se llama Ahmed al-Chareh, nació en 1982 y creció en una familia adinerada en un barrio exclusivo de Damasco.
Abu Mohammed al-Joulani se unió al grupo Al Qaeda en Irak en 2003, durante la invasión estadounidense. Fue durante este período que el islamista fue encarcelado y pasó cinco años. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 marcan “Los primeros signos del yihadismo” en casa de Jolani. Posteriormente, comenzó “Asistir a sermones y mesas redondas secretas en los suburbios marginados de Damasco”indica el sitio Middle East Eye.
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No fue hasta 2011 que Abu Mohammed al-Joulani decidió regresar a Siria para fundar el Frente al-Nusra, que se convertiría en HTS. “En 2014, estaba en el apogeo de su radicalismo para afirmarse contra los sectores radicales de la rebelión y la organización (jihadista) Estado Islámico, para luego moderar sus comentarios”analiza Thomas Pierret, especialista en islamismo en Siria e investigador del CNRS.
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Dos años después, el combatiente islamista cambió de estrategia e inició un movimiento de “desmonización”. Abu Mohammed al-Joulani decide presentar un discurso más moderado. Pero estos cambios no engañan a los especialistas que consideran que HTS sigue siendo un grupo terrorista.
Fue en 2017 que Joulani ordenó la fusión de HTS con los rebeldes radicales en el norte de Siria. Concretamente, se crea una administración civil y su movimiento llega a los cristianos situados en la provincia de Idlib controlada desde hace dos años por sus hombres. HTS está acusado de haber cometido abusos calificados como crímenes de guerra por la ONU.
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Después de la ofensiva de Abu Mohammed al-Joulani, pidió a sus combatientes que preservaran “seguridad en las regiones liberadas” particularmente en Alepo, donde hay una fuerte comunidad cristiana. “Creo que se trata de una buena política. Cuanto menos miedo tengan los sirios y la comunidad internacional, más aparecerá Jolani como un actor responsable en lugar de un extremista yihadista tóxico, y más fácil será su tarea.explica el investigador Aron Lund.