Flying Whales vuelve a la normalidad para hacer despegar su proyecto

Flying Whales vuelve a la normalidad para hacer despegar su proyecto
Flying Whales vuelve a la normalidad para hacer despegar su proyecto
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Oh¿Dónde está Flying Whales, el proyecto de instalación, en Laruscade, de una unidad de construcción de enormes dirigibles diseñados para transportar cargas pesadas y poder operar en lugares de difícil acceso? En octubre pasado, la Autoridad Ambiental rechazó el proyecto, argumentando que el impacto ambiental era demasiado grande. Una parada, “que nos llevó a movilizarnos con la Región y la Comunidad de municipios”, confía Sébastien Bougon, director general de Flying Whales.

Explicar y mejorar fueron las dos principales áreas de trabajo. El primer punto fue la confirmación de la elección de Laruscade: “inicialmente se seleccionaron seis sitios, cuatro fueron rechazados por cuestiones de ocupación del espacio aéreo y otro no quiso darnos la bienvenida. Y además, también es una fuerte opción política reindustrializar este sector que se encuentra en grandes dificultades económicas”. En cuanto a mejoras ambientales, “en la zona de carga y descarga, un aparcamiento invadió un humedal, lo trasladaremos y lo superpondremos”.

Desplazamiento

También será objeto de obras el arroyo situado en el lugar, afluente del Saye. “No drena bien, vamos a quitar la boquilla para facilitar la continuidad ecológica, vamos a limpiar las orillas. » También es necesario construir una estructura, “para no afectar demasiado a las orillas” y, también en este caso, facilitar el movimiento de la vida silvestre. “Esto conlleva costes adicionales”, afirma Sébastien Bougon. La compensación por el impacto ambiental ascenderá a 400 hectáreas. “Deben saber que de las 50 hectáreas de terreno que se necesitan para el proyecto, sólo se construirán 20. »

¿Serán suficientes los reajustes, aclaraciones y mejoras para que Flying Whales y sus socios tomen esta vez la decisión correcta? Habrá que esperar unos meses para conocer la decisión de los servicios estatales. “La solicitud de permiso de construcción deberá enviarse en los próximos diez días”, se afirmó el viernes 28 de junio en la comunidad de municipios de Latitude Nord Gironde. Para una respuesta esperada en diciembre y un inicio de los trabajos previsto para 2025. Y Flying Whales dice estar dispuesta a responder a todas las preguntas y comentarios de la población y/o de las asociaciones de protección del medio ambiente durante, en particular, la investigación pública que seguramente surgir. “Existe una brecha real entre la visión del sitio y lo que será la realidad”, considera Sébastien Bougon.

“La solución es la electricidad”

Seguir convenciendo es particularmente relevante para el jefe de Flying Whales: un informe de la unidad de investigación de Radio France cuestiona, con la ayuda de expertos en la materia, la viabilidad del proyecto industrial que está llevando a cabo. “Necesitamos saber de dónde vienen estos testimonios, los empleados anónimos que abandonaron la empresa y los iniciadores de proyectos fallidos de dirigibles. Y eran pequeños dirigibles, nada que ver con nosotros”, resta importancia. También rechaza de plano los diversos argumentos esgrimidos en su contra a lo largo de los doce años transcurridos desde el lanzamiento de Flying Whales sin que, por el momento, haya trascendido nada concreto. “Construir un proyecto aeronáutico lleva al menos diez años, vamos a un ritmo de desarrollo normal”, responde. Es tiempo, según él, para los estudios técnicos y económicos, la búsqueda de financiación y de asociaciones (50 empresas en el consorcio) y el diseño de ingeniería.

“Construir un proyecto aeronáutico lleva al menos diez años, vamos a un ritmo normal de desarrollo”

También se han planteado dudas sobre la estabilidad de la futura nave cuando esté suspendida. “La solución es la electricidad. Se instalarán treinta y dos pequeños motores eléctricos para garantizar esta estabilidad. Después nos dicen que no podremos volar a todas partes ni en todas las condiciones meteorológicas, pero lo mismo ocurre, por ejemplo, con los helicópteros. Está claro que no volaremos si hay viento superior a 100 km/h y no cruzaremos el Atlántico. En función de los datos, aconsejaremos si podemos volar o no”, afirma Sébastien Bougon, que precisa que ya se han firmado 55 acuerdos comerciales.

En cuanto a la elección de helio en lugar de hidrógeno para el globo, “no teníamos otra opción. El helio garantiza una seguridad perfecta mientras el hidrógeno explota. Eso sí, es más caro, supone el 50% del precio de la máquina pero no lo consumimos, lo almacenamos y lo depuramos una vez al año. Y por eso también quería que Air Liquide participara, esto nos permite asegurar el precio y el suministro”, explica Sébastien Bougon. Y con la buena inversión de fondos públicos en esta aventura, la respuesta es sencilla: “Flying Whales creará 300 puestos de trabajo. »

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