Rusia pretende ser “tomada en serio” tras el lanzamiento del nuevo misil pesado Orechnik contra Ucrania a finales de noviembre y advierte que está dispuesta a utilizar “todos los medios” posibles para defenderse, según declaraciones difundidas el jueves por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Estados Unidos y sus aliados deben “comprender que estaríamos dispuestos a utilizar todos los medios para evitar que logren lo que llaman la derrota estratégica de Rusia”, le dijo al editorialista y controvertido presentador Tucker Carlson, quien fue el primer periodista estadounidense en entrevista a Vladimir Putin después de la invasión de Ucrania.
“Estamos enviando señales y esperamos que la última, hace dos semanas (el lanzamiento de misiles) haya sido tomada en serio”, afirmó el ministro.
Según las autoridades rusas, este lanzamiento de misiles se produjo en respuesta a los bombardeos llevados a cabo por Kiev en Rusia utilizando misiles estadounidenses y británicos.
Si bien insistió en que Rusia quiere “evitar cualquier malentendido” con Washington y sus socios, Lavrov advirtió que Rusia enviará “mensajes adicionales si no sacan las conclusiones necesarias”.
“Nos gustaría tener relaciones normales con todos nuestros vecinos (…) con todos los países y en particular con un país grande como Estados Unidos”, afirmó Lavrov a menos de dos meses de la toma de posesión del presidente electo. Donald Trump, mientras que la administración de Joe Biden dice que quiere “garantizar que Ucrania tenga las capacidades que necesita para defenderse de la agresión rusa”.
Lavrov acusó a la administración Biden de intensificar el conflicto en Ucrania “para dejar a la administración Trump un legado lo más malo posible”.
“No vemos por qué Rusia y Estados Unidos no podrían cooperar por el bien del universo”, dijo Lavrov.
– “Guerra híbrida” –
“Oficialmente no estamos en guerra, pero lo que está sucediendo en Ucrania, algunos lo llaman guerra híbrida, yo también lo llamaría guerra híbrida”, afirmó, añadiendo: “Es obvio que “los ucranianos no pudieron hacer lo que querían”. ver con armas modernas de largo alcance sin la participación directa del ejército estadounidense”.
Putin dijo que el misil Orechnik voló a diez veces la velocidad del sonido y no pudo ser interceptado por las defensas aéreas. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó el ataque como “el último episodio de locura rusa”.
Advirtiendo que Moscú estaba “preparada para cualquier eventualidad”, Lavrov insistió no obstante en que Rusia “prefería con diferencia una solución pacífica a través de negociaciones basadas en el respeto de los intereses legítimos de Rusia”.
Al discutir cómo sería un acuerdo de paz de este tipo, el ministro dijo que Kiev debería, entre otras cosas, aceptar el control ruso de “las regiones de Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhia”.
“Estas regiones son ahora parte de la Federación Rusa, de acuerdo con la Constitución, y esto es una realidad”, afirmó.
Lavrov también comentó la llegada de Trump al poder, describiendo al presidente electo como “una persona muy fuerte, que quiere resultados, a quien no le gusta postergar nada”.
Donald Trump, que asumirá el cargo en enero, ha prometido poner fin rápidamente a la guerra sin explicar cómo lo haría.
También dirigiéndose a Oriente Medio, Lavrov describió la ofensiva israelí en Gaza como un “castigo colectivo” de los palestinos, que va “contra el derecho internacional humanitario”.
El ministro también se declaró “muy preocupado” por la situación en Siria, donde grupos rebeldes han arrebatado zonas enteras de territorio al Gobierno de Bashar al-Assad, aliado de Rusia. Dijo que planeaba hablar con funcionarios turcos e iraníes sobre la situación el viernes.