“Hasta ahora ha sido un día normal”.repite varias veces Ludovic Bertin este miércoles ante el tribunal de Isère, donde se encuentra juzgado por el asesinato de Victorine Dartois. Durante tres horas, este miércoles todos se concentraron en los imputados. La secuencia comenzó con su relato, 40 minutos durante los cuales contó su jornada del 26 de septiembre de 2020. Primero cuenta el trabajo, las llamadas de varios amigos para verse. Pero ese día también fue un día en el que consumió cocaína. Esto le empuja a hacer jogging cerca del Stade de la Prairie “evacuar”. “No es ahí donde voy a cometer estas atrocidades, es abajo de mi casa” él argumenta. Pero luego vienen los empujones con Victorine, los insultos de la joven, según él. “Ahí fue donde todo salió mal” repite Ludovic Bertin.“No podía volver atrás”. insiste. En el momento del asesinato, “Estaba aún más conectado con la realidad, ¡es una locura!” repite una y otra vez, más de una docena de veces.
“Me digo a mí mismo que todo es real, no es un sueño” – El acusado
En la caja, simula sus acciones cuando estranguló a la joven. Una primera vez, luego una segunda. Cómo la arrastró al río. Al día siguiente se despierta. Su esposa le cuenta sobre la desaparición. “Me digo a mí mismo que todo esto es real, no es un sueño”. Llora por unos momentos antes de retomar su historia. Luego vienen las preguntas del presidente, del abogado general, de los abogados, de las partes civiles. Todo el mundo señala las incoherencias de Ludovic Bertin, basándose en particular en el momento del recorrido de Victorine y los acusados. A pesar de todos estos elementos abrumadores y a pesar del terrible testimonio de su ex mejor amigoEl lunes volvió a mantener su versión de los hechos.
Un testigo sigue atormentado, cuatro años después
Respondiendo a las preguntas de su abogado, Ludovic Bertin asegura que quiere “pedir perdón”pero muestra poca emoción, menos en cualquier caso que cuando expresa su preocupación por su propio hijo y su intención de suicidarse, la noche en que mató a Victorine.
Este miércoles también estuvo marcado por el arrepentimiento de un testigo: el que fue el último, además del acusado, en ver con vida a Victorine. Este hombre paseaba a su perro esa tarde, por el mismo camino que Victorine Dartois. No vive lejos y pasea a su perro todos los días por la zona del Stade de la Prairie. Esa noche, la vio y luego la perdió de vista mientras hacía una pausa en su caminata. El acusado dice que vio a este caminante cuando estaba con Victorine, debajo del camino, pero este caballero no escuchó ni vio nada y eso lo atormenta. “Hace cuatro años que duele” él dice, “Llevo cuatro años pensando: ¿podría haber hecho algo?”
El jueves será el turno del perito psicólogo para ser escuchado por la mañana, luego comenzarán los alegatos de las partes civiles, seguido de las requisiciones y luego los alegatos de la defensa.