Mientras algunos actores trabajan en proyectos de geoingeniería para intentar controlar la luz solar que llega a la Tierra, Estados Unidos ya ha reaccionado. De hecho, la NASA ha establecido un seguimiento para evitar posibles desviaciones.
Posibles consecuencias a escala global
En los últimos años, varios actores públicos y privados han estado trabajando en proyectos de geoingeniería solar. La luz del Sol es en teoría una forma obvia de enfriar el planetacontrolarlo podría, entre otras cosas, contrarrestar el calentamiento global. Como explica el New York Times en un artículo del 28 de noviembre de 2024, Estados Unidos reaccionó a través del Congreso. De hecho, este último tiene financió un sistema de vigilancia liderado por la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA).
Estados Unidos está preocupado por posibles abusos en torno a los proyectos de geoingeniería solar. Hay que decir que un mal control de la reducción de la intensidad con la que los rayos solares inciden sobre la Tierra podría haber graves repercusiones a escala mundial. Estas consecuencias afectarían a la agricultura y la ganadería, a la vida humana y potencialmente a la estructura de los suelos, las ciudades, etc.
¿Cómo funciona este seguimiento?
Cada dos o tres semanas, la NASA y la NOAA lanzan un globo desde un laboratorio en Colorado. Después de alcanzar una altitud de 27 km, el dispositivo libera helio para descender de nuevo a tierra firme. A la vuelta, una pequeña caja Mide la cantidad de aerosoles presentes en el aire.. Otros globos se envían al cielo con menor frecuencia desde sitios en Alaska, la Antártida, Hawaii, Nueva Zelanda y la Isla de la Reunión. Otros países aliados de Estados Unidos también podrían acoger este tipo de pruebas en un futuro próximo.
Las agencias estadounidenses están realizando estas pruebas con el objetivo de establecer estándares globales en cuanto a la presencia de aerosoles en el aire. De hecho, se considera que estos aerosoles son el método más probable que utilizarían las entidades que deseen “jugar” con la geoingeniería solar. Después del establecimiento de estas normas, será posible detectar cualquier cambio futuro niveles de aerosoles.
Finalmente, recordemos que hoy nadie controla el clima a pesar de ciertas creencias conspirativas. Sin embargo, esta posibilidad no es descabellada y por lo tanto no pertenece al dominio de la ciencia ficción. Por eso, el proyecto de la NASA y la NOAA tiene como objetivo garantizar que esto no suceda.