Se estudia un nuevo aumento de tarifas

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Rusia continúa su política monetaria. Para frenar la elevada inflación, la presidenta del Banco Central de Rusia (BCR) indicó que su institución no descarta una nueva subida de tipos. Como recordatorio, el aumento de los precios al consumidor está directamente impulsado por la explosión de pedidos militares, resultante de la guerra en Ucrania.

“Informamos que el banco central estaba considerando la posibilidad de una subida de tipos”. auto “La inflación (alrededor del 8,5%, nota del editor) aún no ha comenzado a caer”declaró Elvira Nabiullina, durante un foro financiero organizado en Moscú.

La próxima reunión del BCR está prevista para el 20 de diciembre. En el contexto económico actual, muchos actores del mercado ya prevén un aumento del tipo de interés clave. Este último se sitúa en el 21% desde finales de octubre, su nivel más alto desde 2003.

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Alto costo de endeudamiento

Varios grandes empresarios rusos se sintieron conmovidos por tal escenario, advirtiendo del ya elevado coste para ellos de los préstamos y, por tanto, de las inversiones. Lo que podría frenar significativamente la economía rusa. Sin embargo, las autoridades prevén actualmente una desaceleración de la actividad en 2025.

Elvira Nabioullina, sin embargo, desestimó estas críticas. Ella cree que si el BCR “no reacciones ahora” – cuando la inflación sea el doble del objetivo oficial – entonces los rusos considerarán que las autoridades han demostrado “falta de voluntad o incapacidad para frenar” este fenómeno que les corroe el bolsillo.

A mediados de noviembre, dijo que estaba haciendo todo lo posible para evitar una inflación alta. “crónico”síntoma que haría temer la posible aparición, a medio plazo, de un ciclo de estanflación (alta inflación y muy bajo crecimiento simultáneamente). El jefe del BCR todavía saludó la “desaceleración crediticia”que actualmente ofrecen los bancos a precios exorbitantes y que están haciendo subir los precios.

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Explosión de gastos

La inflación en Rusia se ve alimentada notablemente por la explosión del gasto militar, resultante del ataque en Ucrania. Una observación que no va a cambiar: los diputados rusos validaron en noviembre el proyecto de ley de presupuesto 2025-2027. Este último planea un aumento del 30% en el gasto militar el próximo año, en medio de la intensificación del conflicto.

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Según el texto votado por los diputados rusos en la Duma, la cámara baja del Parlamento, el gasto en defensa alcanzará casi 13.500 mil millones de rublos en 2025 (alrededor de 127 mil millones de euros al ritmo actual), es decir, más del 6% del PIB ruso. Al mismo tiempo, la escasez de mano de obra en el mercado laboral -resultado del servicio militar obligatorio- está obligando a las empresas a ofrecer remuneraciones atractivas para contratar.

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El rublo en su punto más bajo

La inflación también está pesando sobre el rublo, que se encuentra en su nivel más bajo frente al dólar y el euro. Había que remontarse a marzo de 2022, en las primeras semanas de la invasión rusa en Ucrania, para ver el rublo tan débil frente al dólar (1 frente a 120 rublos el 11 de marzo de 2022, según el BCR) y el euro. Especialmente cuando Occidente implementó una avalancha de sanciones para intentar sacudir la economía rusa.

En los últimos días, el incierto contexto geopolítico -con el regreso del impredecible Donald Trump en enero- aparentemente ha afectado la confianza de los inversores en el rublo. Al igual que las últimas sanciones estadounidenses contra Moscú. Washington anunció una serie de sanciones contra unos cincuenta bancos rusos, incluido Gazprombank. Sin embargo, este último es el brazo financiero del gigante estatal del gas Gazprom, utilizado para pagos de energía con clientes extranjeros.

En efecto, una moneda más débil significa que las exportaciones rusas son más baratas en los mercados mundiales, pero también que los rusos tienen que gastar más para importar productos del extranjero, lo que genera temores de alimentar la persistente espiral inflacionaria.

El presidente ruso Vladimir Putin intentó tranquilizar a finales de noviembre indicando que no había “no hay motivo para entrar en pánico”. “La situación está bajo control”declaró en particular. También aseguró que “muchos factores estacionales” como “pagos al presupuesto” y “Precios (mundiales) del petróleo”además de la elevada inflación, fueron la causa del pronunciado debilitamiento del rublo. Antes de la guerra, el dólar se cotizaba a principios de 2022 en torno a 1 por 75-80 rublos en promedio.

(Con AFP)

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