La Francia insumisa (LFI) acaba de anunciar su membresía oficial en la campaña internacional de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.
En su comunicado, el partido de extrema izquierda justifica esta posición por la necesidad de responder a lo que califica de “genocidio” en Gaza y denuncia “la colonización y el apartheid impuestos por el Estado de Israel”. LFI sostiene que, desde 1948, Israel “viola el derecho internacional con impunidad” e ignora las resoluciones que condenan sus políticas.
El movimiento BDS, lanzado en 2005 por más de 170 organizaciones de la sociedad civil palestina, aboga por acciones de boicot económico y político contra instituciones y empresas consideradas “cómplices” de la política israelí. Su objetivo, en particular, es denunciar la “colonización de los territorios ocupados y defender el derecho al retorno de los refugiados palestinos”. Esta membresía marca un importante punto de inflexión para LFI, que se convierte así en el primer gran partido político francés en apoyar oficialmente el movimiento BDS. El partido presenta esta decisión como “un acto concreto de solidaridad” que refleja su visión de una “Francia independiente al servicio de la paz”. Esta posición corre el riesgo de provocar fuertes reacciones en el panorama político francés, donde el movimiento BDS ha sido objeto de controversias jurídicas y políticas durante varios años.
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