No dejará la empresa que dirigió durante diez años con las manos vacías. Dos días después de la estrepitosa salida de Carlos Tavares de su cargo como director general de Stellantis, esta es la única certeza para todos los observadores, internos y externos, tras lo ocurrido el pasado fin de semana del 30 de noviembre y el 1 de diciembre.
“Habiendo trabajado con él, puedo decirles que el monto de su indemnización fue lo primero que pensó cuando escuchó la noticia” nos explicó un ex directivo que abandonó el grupo. Compensación o paracaídas dorado ? Ambos, creen todos los que conocen este tipo de casos. Porque nadie puede creer que Carlos Tavares simplemente dimitiera, simplemente entregando su carta a la junta directiva de Stellantis, quienes exigieron su salida dando un portazo sin pedir su descanso.
3,9 millones de indemnizaciones aseguradas
Según la legislación neerlandesa, dado que la sede del grupo se encuentra en los Países Bajos, la indemnización a pagar en caso de despido, que legalmente podría ser el caso del jefe, debe corresponder a un año de salario. Sin embargo, la retribución fija anual del ex consejero delegado se situó en 2 millones de euros, estando el resto de los 36,5 millones para el próspero año 2023 compuesto por variables y acciones. Esta suma sería, por tanto, un mínimo “legal” al que podría aspirar.
Pero a este mínimo habría que añadir otra suma, también legalmente debida según los términos del contrato. Stellantis reservó el año pasado 1,9 millones de euros para la pensión de jubilación de su jefe. Es una vieja práctica de las grandes empresas que, al contratar a sus directivos asalariados, les “ofrecen” por contrato, además de su remuneración, una pensión privada que pueden recibir, en forma de anualidad o de una sola vez, cuando. se van.
Así que Carlos Tavares tiene casi garantizada su salida con casi 4 millones de euros. Un premio mayor que, al estar comprendido en el marco de la compensación legal, está, además, exento de impuestos, tanto en Francia como en los Países Bajos o Portugal, siendo Carlos Tavares residente en este país del que tiene la nacionalidad.
Pero a esta suma casi automática habría que sumar otra mucho mayor y mucho más secreta que está en proceso de decidirse entre los poderosos despachos de abogados de los dos partidos. Como indica el comunicado publicado el domingo por la noche por Stellantis, elogiar los talentos (pasados) de Tavares va en la dirección de una futura conciliación.
Un comunicado en el que John Elkann, el presidente del grupo responsable de esta salida, se muestra bastante halagador hacia el que acaba de despedir, explicando que le gustaría agradecer a Carlos Tavares. “por sus años de servicio dedicado y el papel que desempeñó en la construcción de Stellantis, complementando los cambios de PSA y Opel, colocándonos en el camino para convertirnos en un líder global en nuestra industria. » Suficiente para reclamar un pequeño premio mayor y suficiente para alimentar toda la especulación desde esta publicación.
¿Bono inicial de 100 millones?
Especulaciones que, a través de los medios de comunicación, van bien, y depende de quien revele la mayor suma. En Francia, FranceInfo pide “decenas de millones de euros”. Italia está jugando a ser superior. Para el Corriere de la Sierra A partir del lunes 2 de diciembre, la bonificación alcanzaría los 100 millones de euros.
Un rumor que ya apareció hace unas semanas en la prensa transalpina, pero que cuando se conoció en octubre parecía poco creíble. Porque a esta suma astronómica se le sumaron, según los artículos italianos, acciones de Maserati. Sin embargo, el tridente es una marca del grupo y, como tal, no cotiza en bolsa.
Cualquiera que sea la verdadera suma se decidirán bienEn cualquier caso, Carlos Tavares debería poder ofrecer algunos regalos de Navidad a sus seres queridos, agrupados a su alrededor en su finca en Portugal. Además, el coste de vida es más bajo que en Francia o los Países Bajos.