El Galaxy S24, el más compacto de los teléfonos inteligentes premium de Samsung, es un teléfono inteligente atractivo en muchos aspectos. Apreciamos la calidad de su pantalla y su rendimiento general, que no se ve afectado por el regreso a los SoC Exynos. Aparte de este cambio, el S24 no evoluciona realmente a nivel de hardware, especialmente en términos de fotografía. Quizás haya llegado el momento de que el fabricante evolucione su plataforma de imágenes, que ha estado estancada desde el S22.
Sin ser catastrófica, la autonomía del S24 no es extraordinaria. Está incluso por detrás del S23, aunque equipado con una batería menos potente. El principal culpable es el regreso a la arquitectura Exynos, abandonada el año pasado en la S23, y que nunca destacó por su sobriedad energética.
Afortunadamente, la parte del software está evolucionando… y no poco. Si OneU+I 6.1 sigue siendo tan intuitivo como siempre, destacamos especialmente la aparición de Galaxy AI, la inteligencia artificial ideada por Samsung. Si aún no es perfecto, tiene el mérito de abrir el camino a nuevos usos. Otra buena noticia es que el suministro de versiones principales del sistema operativo y parches de seguridad ahora está garantizado durante siete años. Sólo podemos felicitar a Samsung, que no aprovechó para aumentar sus precios (ya altos, es cierto).
