El individuo detenido el lunes 25 de noviembre en relación con dos casos de asesinato sin resolver de 22 y 36 años, fue procesado por los dos homicidios antes de ser puesto en prisión preventiva este lunes 2 de diciembre.
¿El misterio está llegando a su fin? Este lunes 2 de noviembre, un hombre fue acusado y puesto en prisión preventiva, indicó la fiscalía de Nanterre (Altos del Sena). Se sospecha que el individuo está implicado en el asesinato de dos mujeres, la primera en 1988 y la segunda en 2000.
Como confirmó el fiscal a CNEWS el miércoles 27 de noviembre, el sospechoso fue arrestado el lunes 25 de noviembre por los gendarmes de la Sección de Investigación (SR) de Grenoble antes de ser puesto bajo custodia policial.
Este fue levantado el viernes 29 de noviembre en horas de la mañana. Al término de esta detención policial, fue presentado ante un juez de libertades y detención (JLD) del tribunal judicial de Dijon, que lo había detenido a la espera de su traslado a Nanterre.
Como recordatorio, este hombre de unos sesenta años fue arrestado después de que se identificara su ADN. El primer asesinato tuvo lugar el 3 de agosto de 1988. Ese día, el cuerpo de Nathalie Boyer, una joven de 15 años desaparecida en Saint-Quentin-Fallavier, fue encontrado degollado en la misma localidad.
“Mi madre conocía al sospechoso”
Nathalie Boyer es una de las víctimas del expediente de los “desaparecidos de Isère”, que se refiere a nueve desapariciones o asesinatos de niños en el departamento entre 1983 y 1996.
El 12 de mayo de 2002, Leila Afif fue rescatada de un canal en La Verpillière. Esta mujer de 40 años, madre de cinco hijos, fue asesinada a tiros. También fue gracias a los sellos de su expediente que se pudo encontrar el ADN del sospechoso.
En una entrevista con el diario regional Ouest-France, Dounia, hija de Leila Afif, estimó que la víctima “conocía al sospechoso”. “Mi madre conocía al sospechoso. Pensé que me estaba volviendo loco. Conozco muy bien a esta familia. Somos amigos. Están devastados al escuchar la noticia”, dijo.
“Conducía por la ciudad y siempre se ofrecía a llevarnos. Escucho muchas cosas sobre él, hay que soltar la lengua”, añadió.