“Intentamos arreglárnoslas, no tenemos otra opción”dice Philippe Garrigue, propietario de la pastelería-chocolatería “Chez Jean-Marie” en Perpiñán. ¿Uno de sus primeros reflejos por la mañana? Un ojo puesto en el precio del cacao en bolsa. El aumento del coste de esta materia prima esencial tiene un gran impacto en su actividad. Él explica: “Hace seis meses, estábamos con 7 euros por kilo sin IVA. Actualmente, estamos alrededor de 15-16 euros por kilo sin IVA. Consecuencia directa: nos vemos obligados a producir menos pasteles de chocolate porque, en términos de rentabilidad, no es eso en absoluto.”
La situación es aún más delicada para Philippe Garrigue porque su producto “emblemático” es el Príncipe Negro, una creación de su padre a base de chocolate, pasta de avellanas y praliné. El precio no ha variado a pesar de la pérdida de rentabilidad: “¡la felicidad del cliente por encima de todo!” dice el pastelero. Han pasado dos años desde “Los precios están aumentando enormemente” él testifica. ¿Su solución? Compre productos en cantidad cuando los precios sean razonables y guárdelos. Pero Philippe Garrigue mantiene el ánimo a pesar de todo: “¡Tenemos que prepararnos para las vacaciones de Navidad!”
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