¡Un territorio con el ADN de los Juegos!
El paso de la Llama en Mosela es una oportunidad para recordar el compromiso del territorio con la vida de los Juegos de París 2024. Mosela es de hecho un territorio denominado “Terre de Jeux 2024” y cuatro de sus instalaciones deportivas han sido designadas “centros de preparación de los Juegos”. ”. Siete delegaciones extranjeras, más de 360 atletas y su personal, visitarán el departamento este verano para garantizar su preparación antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Una manera de demostrar hasta qué punto el deporte es un elemento fundacional del ADN de los Mosellanos. Esto se palpa cada día con la diversidad de material deportivo disponible y el éxito de clubes de alto nivel como el Metz Handball, el club de deportes de equipo más exitoso de Francia.
En Metz, el tenis de mesa en el punto de mira
La ciudad de Metz acogió el relevo colectivo de la jornada organizado por la Federación Francesa de Tenis de Mesa. La disciplina está en auge y podría traer medallas a la delegación francesa durante los Juegos de París 2024. La ubicación no fue elegida al azar: el club de Metz ganó la Copa de Europa, jugó la Liga de Campeones y ganó el título de campeón de Francia Pro A. en varias ocasiones.
El capitán del relevo fue una figura de la disciplina, Jean-Philippe Gatien. Es uno de los jugadores de tenis de mesa más exitosos de la historia, doble medallista en los Juegos Olímpicos (plata en Barcelona en 1992 y Sydney en 2000) y campeón del mundo en individuales (en 1993). Jean-Philippe estuvo rodeado de otros 23 entusiastas y licenciatarios del tenis de mesa, ilustrando los múltiples perfiles que contribuyen a la vitalidad de este deporte. Estuvieron la tenista de mesa Pauline Chasselin, presente en los Juegos de Tokio, la jugadora internacional Charlotte Lutz, la árbitro Aurore Dussart y dos entrenadores de la disciplina como Christian Martin y Jérôme Humbert.
Figuras clave, deportistas y personalidades comprometidas
Cerca de 150 portadores de la llama se turnaron a lo largo del día, entre ellos varios deportistas de renombre como el futbolista Sylvain Kastendeuch, figura clave del FC Metz en los años 80 y 90. Pudo codearse con Michael Jeremiasz, tenista en silla de ruedas, que se distinguió por ganando cuatro medallas en los Juegos Paralímpicos de Beijing (2008) y quien fue abanderado tricolor en Río 2016.
También fue Allison Pineau quien se hizo cargo del último relevo. A sus 35 años, tiene uno de los mejores registros del balonmano francés. Medallista de oro en los últimos Juegos, se coronó campeona del mundo (2017), campeona de Europa (2018) y ya fue elegida mejor jugadora de balonmano del mundo (2009). Encender el pebetero en Metz es un símbolo fuerte: jugó bajo los colores del Metz de 2009 a 2012, período durante el cual Alisson ganó el campeonato de Francia.
Los habitantes de Mosella pudieron aplaudir a dos atletas que vivieron la emoción de los Juegos Olímpicos: Sophie Villaume-Hubert en natación y Patrick Moyses en ciclismo manual en Pekín (2008) y Seúl (1988), respectivamente. El público animó también a los deportistas Marie-José Brunet (judo), Jean-Christophe Cour (vela), Charles Muzzoli (gimnasia) y Pierre Grousselle (marcha atlética). Dos periodistas tuvieron el honor de llevar la llama olímpica: Géraldine Weber (Discovery Channel), que cada mes ofrece un retrato íntimo de un atleta, e Inès Lagdiri-Natasi, presentadora de France Télévision.
Es posible que estas personalidades se hayan encontrado con estos transmisores más anónimos que trabajan a diario para invertir en ayudar a los demás y promover la convivencia. Es el caso de la presidenta del Secours Populaire de Moselle, Marie-Françoise Thul, o de Ouarda Kebali, que lanzó el proyecto “Woippy Olympic Fight”. Dos veces por semana permite a los jóvenes de una zona sensible de Metz practicar la lucha libre.
Al final de esta gran celebración en Mosela, la llama olímpica volvió a salir a la carretera. Mañana, dirección Alto Marne, de Langres a Saint-Dizier. La oportunidad de disfrutar de los bosques y de los espacios naturales del departamento pero también de descubrir su patrimonio, en particular en Nogent, donde pasará delante del castillo fortificado, y en Colombey-les-Deux-Églises, un remanso de paz para el General de Gaulle. .
