(Kiev) El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, insistió el lunes en que necesita más armas y una diplomacia occidental más fuerte para lograr una paz “justa”, al recibir en Kiev al alemán Olaf Scholz, que intenta posicionarse como canciller de la paz y recientemente se reencontró con Vladímir Putin.
Publicado a las 6:20 a.m.
Actualizado a las 11:55 a.m.
Stanislav DOSHCHITSYN en Kyiv y Pierrick YVON en Berlín
Agencia France-Presse
El jefe del Gobierno alemán aseguró que Rusia no podrá “dictar” sus condiciones en Kiev, poco más de dos semanas después de su polémica entrevista con el presidente ruso.
Su viaje sorpresa, el primero desde el verano de 2022, se produce también en un momento en que las fuerzas ucranianas se retiran del frente y mientras la llegada en enero de Donald Trump a la Casa Blanca hace temer un cese de la ayuda estadounidense a Kiev.
“Rusia no da regalos. Y sólo podemos garantizar la paz mediante la fuerza: la fuerza de nuestras armas, nuestra diplomacia y nuestra cooperación”, instó Zelensky en una conferencia de prensa acompañado por Scholz, considerando “fundamental” para Kiev que Berlín “no reduzca su apoyo el próximo año”.
Dijo que todavía estaba hablando con la canciller alemana sobre la entrega de misiles Taurus, capaces de impactar en territorio ruso, algo a lo que Berlín todavía se niega por temor a una escalada rusa.
“Trabajamos constantemente para encontrar mayores puntos en común en la cuestión de Tauro”, dijo Zelensky, considerando que estas armas ayudarían a Ucrania a “atacar más objetivos militares en Rusia”.
Pero un cambio en la posición de Berlín parece poco probable, ahora que Vladimir Putin amenaza con atacar a los países occidentales que autorizan el uso de tales misiles, concretamente Estados Unidos y el Reino Unido.
El presidente ruso también disparó un misil hipersónico experimental contra una ciudad ucraniana, promocionando su poder destructivo y amenazando con usarlo contra Europa si tales ataques continúan en territorio ruso.
“Nada sin Ucrania”
Sin embargo, la canciller alemana aseguró que no quería ceder ante Rusia, anunciando la entrega en diciembre de una ayuda militar de 650 millones de euros (más de 950 millones de dólares canadienses). Según su portavoz, esto incluye los anuncios ya hechos en octubre.
Destacó que “nada concerniente a Ucrania se decidirá sin Ucrania”, es decir, Rusia no dictará los términos de paz en ninguna posible negociación.
Porque el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump en enero hace que europeos y ucranianos teman que Washington pueda obligar a Kiev a hacer concesiones territoriales y conceder una victoria militar y geopolítica a Moscú.
Scholz aseguró que quiere una Ucrania “en una posición de fuerza” sobre el terreno, recordando los 28.000 millones de euros (más de 41.000 millones de dólares canadienses) gastados por Berlín en apoyo militar a Kiev, lo que sitúa a Alemania en el segundo lugar.mi se ubica detrás de Estados Unidos.
También prometió ayudar a Kiev a afrontar los ataques contra las infraestructuras energéticas en invierno: “Putin quiere que la gente se congele”, denunció la canciller. “No permitiremos que su cínico cálculo tenga éxito”.
En dificultades en su país antes de las elecciones legislativas previstas para el 23 de febrero de 2025, Olaf Scholz se presenta como un apoyo inquebrantable a Ucrania, pero también intenta hacerse pasar por canciller de la paz, capaz de hablar con Moscú, en comparación con sus rivales conservadores alemanes, considerados más halcón.
Durante la noche, Rusia lanzó un nuevo ataque aéreo a gran escala contra Ucrania, utilizando alrededor de un centenar de drones.
Crecientes ganancias rusas
En el terreno, las fuerzas ucranianas, carentes de armas y hombres, están luchando.
El ejército ruso avanzó 725 km.2 en territorio ucraniano durante el mes de noviembre, su mayor ganancia territorial en un mes desde marzo de 2022 y las primeras semanas de la guerra, según un análisis de la AFP este lunes basado en datos del Instituto Americano para el Estudio de la Guerra (ISW).
Otro punto de desacuerdo entre Kyiv y Berlín es la OTAN.
Mientras que el presidente ucraniano volvió a exigir este fin de semana una invitación a unirse a la OTAN, “necesaria para la supervivencia” de Ucrania, Alemania es uno de los aliados recalcitrantes, ya que Moscú ha convertido esa membresía en una línea roja.
Volodymyr Zelensky también aseguró el domingo que su país necesitaba más armas y garantías de seguridad de la OTAN antes de posibles negociaciones con Rusia.
El Kremlin le dijo que no tenía “expectativas” con respecto a la visita de Scholz a Kiev, pero una vez más acogió con agrado la reanudación del diálogo entre el Canciller y Putin a mediados de noviembre.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, por su parte, acusó el lunes a Occidente de invocar un alto el fuego sólo como un medio para “dar a Ucrania un respiro y darse la oportunidad de atiborrar nuevamente a Ucrania” de armas.
Vladimir Putin exige la rendición de Kyiv para poner fin a las hostilidades.