Los inventarios comerciales de petróleo crudo en Estados Unidos experimentaron una disminución significativa la semana pasada, según datos publicados por la Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos. Las reservas cayeron en 1,8 millones de barriles, por debajo de las expectativas de los analistas, que preveían una reducción de sólo 1 millón de barriles.
Esta caída se atribuye en parte a una caída significativa de las importaciones de petróleo crudo, que cayeron un 21% en una semana, alcanzando su nivel más bajo en un mes. Al mismo tiempo, las exportaciones americanas aumentaron un 6,5%, acentuando la disminución de las existencias disponibles.
Capacidades de refinería y aumento de la demanda
La actividad refinadora también contribuyó a la reducción de las reservas. Las refinerías estadounidenses operaron al 90,5% de su capacidad, ligeramente superior a la semana anterior (90,2%). Esta aceleración ha permitido un mayor consumo de petróleo crudo para satisfacer la demanda de productos refinados.
Otro indicador clave, la cantidad de productos refinados entregados al mercado americano, aumentó un 3,5% durante el mismo período. Este repunte fue especialmente marcado para el queroseno (+19%) y los productos de la categoría de propano y propileno (+128%), utilizados principalmente en la industria.
La producción estadounidense cerca de un récord
A pesar de esta reducción de los inventarios, la producción de petróleo estadounidense repuntó hasta los 13,49 millones de barriles diarios, frente a los 13,2 millones de la semana anterior. Este nivel de producción se acerca al récord histórico de 13,5 millones de barriles diarios.
Este aumento de la oferta estadounidense se produce cuando los operadores del sector energético están preocupados por la persistencia de un desequilibrio entre una oferta potencialmente sobreabundante y una demanda global que podría desacelerarse en 2025.
Reacción del mercado
Curiosamente, esta caída de los inventarios mayor de lo esperado, generalmente vista como un factor de apoyo a los precios del petróleo, no fue suficiente para mantener los precios en aumento. Tras una reacción inicialmente positiva, los mercados mostraron signos de debilidad.
El barril de West Texas Intermediate (WTI), la referencia del crudo estadounidense, se cotizaba a 68,83 dólares a las 15:55 GMT, un ligero descenso del 0,09%. Esta caída, aunque moderada, refleja la preocupación por el aumento de la producción y sus implicaciones para el mercado petrolero mundial.