A pocas horas del partido de baloncesto entre el Alba Berlín y el Maccabi Tel Aviv de la Euroliga, la capital alemana despliega un sistema de seguridad sin precedentes. Este encuentro se produce en un contexto tenso, tres semanas después de los incidentes que siguieron al partido de fútbol del equipo israelí en Ámsterdam.
Un impresionante contingente de 1.500 policías se movilizó alrededor del Ober-Arena donde se celebrará la reunión. Las medidas de seguridad incluyen el cierre total del perímetro alrededor del estadio y del hotel de los jugadores israelíes desde el miércoles. Los vecinos de la zona también deberán presentar sus documentos identificativos para acceder a sus viviendas, y se ha prohibido todo aparcamiento en la zona.
Las autoridades berlinesas, decididas a evitar cualquier desbordamiento, también han tomado medidas preventivas específicas. Se prohibieron las reuniones a varios activistas propalestinos que anteriormente participaron en los disturbios.
“Nuestra máxima prioridad es garantizar la seguridad en todo momento”, afirma el portavoz de la policía de Berlín. “Nuestros equipos, desplegados masivamente dentro y alrededor del recinto deportivo, están preparados para afrontar cualquier eventualidad”.
Estas disposiciones excepcionales permanecerán en vigor hasta el viernes por la mañana, lo que demuestra la voluntad de las autoridades alemanas de garantizar el buen desarrollo del evento.
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