Cuesta imaginar que el partido de ayer del Atlético de Madrid simplemente será recordado como uno más de esta larga temporada. Claro, vencer al Sparta Praga no debería ser un evento memorable, pero los Colchoneros no solo ganaron; Consiguieron una victoria contundente como nunca antes lo habían hecho como visitantes en la Liga de Campeones.
Cuando digo que este partido destaca, no es sólo por el resultado. Se trata de una configuración táctica que podría marcar un punto de inflexión en la temporada del Atlético de Madrid, confirmando varias observaciones que todos hemos notado recientemente.
Primero, Simeone volvió a una defensa de cuatro hombres. En los últimos partidos, ha encontrado formas de alejarse del sistema de tres centrales que parecía más restrictivo que solidario. El Atlético de Madrid defendió con un 4-4-2, trayendo buenos recuerdos a los aficionados, mientras atacaba de forma similar a un 4-3-3 que permitía a los jugadores la libertad de ocupar sus posiciones más cómodas.
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Se trata de estructura, pero más importante aún, se trata de que los jugadores ejecuten ese plan de juego. Simeone ha alineado a sus jugadores más competitivos y físicamente capaces, adecuados a la típica intensidad europea de los partidos de la Liga de Campeones.
Esto permitió al Atleti presionar alto, aprovechar las transiciones y controlar el juego en todo momento. No vimos al Atlético letárgico y pasivo, dependiente del marcador o del rival; al contrario, hemos sido testigos del vibrante Atlético ‘Cholo’ que deleita a los aficionados y aterroriza a los rivales.
En esta nueva configuración, se destacó que las actuaciones excepcionales provinieron de quienes sustituyeron a jugadores que hasta hace poco eran imprescindibles. Pablo Barrios ejerció el papel de comandante, tal y como lo ha hecho Koke en el pasado. Lo hizo a su manera, inyectando ritmo con el balón, realizando pases rápidos, empujando ocasionalmente hacia adelante y mostrando su preparación para manejar situaciones de juego abierto.
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Julián Álvarez también ocupó el hueco dejado por Griezmann como motor ofensivo del equipo. Empezando por la banda, frecuentemente se desplazaba hacia adentro para conectar la jugada, rompiendo repetidamente la defensa checa con su apoyo, regate y carrera inteligente. Fue el primer partido de Julián demostrando lo que puede conseguir y lo que puede llegar a ser en el Atlético de Madrid.
Que estos dos hayan tenido un buen desempeño sin Koke y Griezmann parece significativo. Que el Atlético haya montado este espectáculo en su ausencia también es revelador. Esto no significa que el Atleti deba prescindir de ellos; por el contrario, Barrios puede prosperar junto a Koke y Julián puede funcionar eficazmente con Griezmann.
Lo que sigue siendo incierto es si podrán ser tan influyentes junto a ellos como lo fueron anoche, ni si otros jugadores, como Sorloth o Gallagher, podrán encontrar su hueco para que el Atlético replique actuaciones como la del Sparta.
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Será fascinante ver qué hace Simeone en el futuro y qué significa exactamente la actuación de ayer. Pero puedo decir que este partido contra el Sparta Praga, que parecía condenado al olvido, podría convertirse en uno de los más significativos de la temporada… y de una nueva era.