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Se encuentran entre los actores más virtuosos desde el punto de vista ecológico y proponen ocupar el segundo lugar en términos de energía renovable. Enercoop, ilek, Octopus Energy y Volterres anunciaron el 25 de noviembre la creación de una “colectivo de proveedores verdes”. Su punto en común: sus contratos están etiquetados como “VertVolt” por la Agencia de Transición Ecológica (Ademe), distinción que obtienen sólo once proveedores de energía. Este sello garantiza al cliente que su electricidad procede directamente, y en cantidad igual a su consumo, de un productor de energía renovable.
Sin mencionarlo específicamente, estos cuatro actores están tratando de luchar contra el lavado verde (lavado verde en inglés) de muchos proveedores en el mercado, que afirman (legalmente) comercializar electricidad verde sólo gracias al sistema de garantías de origen. Esta compensación no es tan rigurosa como la etiqueta Ademe, ya que permite a los proveedores comprar certificados de energía renovable a los productores… sin comprarles nunca su electricidad. Por tanto, estos últimos pueden proceder de cualquier otra fuente de producción.
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“Un proveedor puede comprar electricidad de una central eléctrica de carbón alemana y, a cambio, comprar una etiqueta de garantía de origen de una central hidroeléctrica islandesa. Esto plantea muchos problemas”explicó Vincent Maillard, fundador de Octopus Energy. El precio de estas garantías de origen, siendo actualmente bajo, no permite financiar adecuadamente el desarrollo de nuevas instalaciones de energías renovables, eólica o solar, entre otras.
Estabilizar los precios de la electricidad
Para acelerar aún más el ritmo de instalación de energías renovables, la “Colectivo” presentó tres propuestas, una de las cuales se refiere directamente a los precios de los contratos de electricidad: “democratizando los contratos extrabursátiles intermediados”. Detrás de este término técnico se esconde un principio sencillo. Se trata de un contrato a muy largo plazo, de 10 a 30 años, firmado entre un productor -en este caso de electricidad renovable- y un proveedor, que abastece a los hogares. Reservado por el momento para clientes institucionales e industriales, el “colectivo” prevé ampliar este mecanismo, actualmente reservado a instituciones y fabricantes, a los particulares. Para proteger a los proveedores de energía de una rápida rescisión del contrato por parte de los hogares (estos últimos pueden rescindir su contrato de forma gratuita y en cualquier momento) y, por tanto, de una pérdida de dinero, BPSi Francia, el banco público de inversiones, podría utilizar su fondo de garantía como instrumento financiero. protección, esperan los cuatro jugadores.
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“Los consumidores individuales y las pequeñas y medianas empresas, que tienen un verdadero apetito por las ofertas verdes, también podrían beneficiarse de un suministro de energías renovables a un precio más estable a largo plazo”estima Olivier Soufflot, subdirector de abastecimiento de Enercoop. Estos contratos a largo plazo podrían, por ejemplo, servir como amortiguador de los precios en caso de una nueva crisis energética, especialmente entre los proveedores que tienen una proporción suficientemente grande de contratos extrabursátiles entre el volumen de electricidad suministrada a sus clientes. . En Enercoop, esta participación alcanza el 15%. Un porcentaje que tendrá que aumentar significativamente en los próximos años entre todos los proveedores para financiar mejor el desarrollo de las energías renovables.