“Los evangélicos y los cristianos no votan tanto como deberían”, afirmó el candidato de derecha en Washington, ante cientos de participantes en una conferencia de la coalición “Fe y Libertad”.
“Van a la iglesia todos los domingos pero no votan. Y tenemos que asegurarnos de que voten, sólo esta vez”, dijo. “Dentro de cuatro años no tendrás que votar, ¿vale? En cuatro años no votes, no me importa”, añadió sin entusiasmo, provocando risas en el público.
El multimillonario aseguró a los evangélicos, que desempeñaron un papel importante en su ascenso al poder en 2016 y muchos de los cuales le son muy leales, que defendería su fe.
Ya les ha permitido obtener una victoria histórica en materia de aborto al nombrar a tres jueces conservadores para la Corte Suprema, institución que terminó destrozando la garantía federal del aborto en 2022.
En este delicado tema, si bien muchos evangélicos quieren una prohibición nacional del aborto, él no se ha comprometido a ir más lejos.
Nuevamente celebró el hecho de que el tema haya sido “sacado” de las manos del gobierno federal y devuelto a los estados.
“El pueblo decidirá y así deben ser las cosas. El pueblo decide ahora”, afirmó.
“Cada votante debe seguir su corazón y hacer lo correcto, pero también debemos ser elegidos”, advirtió. El aborto es uno de los temas principales de la campaña presidencial, y en cada votación local sobre este tema, son los defensores del derecho al aborto quienes han ganado.
El magnate también prometió crear “una nueva misión federal para la lucha contra los prejuicios anticristianos”, cuyo objetivo será investigar la “discriminación” y la “persecución” de los cristianos en Estados Unidos.
Pareciendo compararse con un mártir, el que está rodeado de procesos judiciales habló de sus “heridas”.
“Nos enfrentamos a los comunistas, marxistas y fascistas para defender la libertad religiosa como ningún otro presidente lo ha hecho. Y tengo llagas en todo el cuerpo. Si me quitara esta camiseta, verías a una persona hermosa, muy hermosa, pero Veo llagas por todas partes”, dijo.
Donald Trump también fue aclamado cuando apoyó una ley muy reciente en el muy conservador estado de Luisiana, que ordena la exhibición de los “Diez Mandamientos” en sus aulas.
El expresidente afirmó que el bando demócrata de su rival, el actual jefe de Estado Joe Biden, católico, buscaba “silenciar” a los cristianos.
“No quieren que votes, por eso tienes que votar”, dijo Donald Trump. “Si votas, no podemos perder”.
La multitud respondió coreando “Vota, vota, vota” y vitoreando.
El expresidente también instó a los propietarios de armas a acudir a las urnas.
“Si tienes un arma, si quieres conservarla, será mejor que vayas a votar”, afirmó, afirmando que sus derechos estaban “bajo asedio”.
En el resto de su discurso, el multimillonario volvió a sus temas favoritos, como la inmigración.
“Desde el primer día (de un nuevo mandato), lanzaré la mayor operación de expulsión en la historia de Estados Unidos”, dijo entre aplausos.
También prometió construir una “gran Cúpula de Hierro sobre nuestro país, una cúpula como nunca hemos visto”: un sistema de defensa antiaérea. “Israel tiene uno, ¿por qué nosotros no tenemos uno?”, dijo.
En un comunicado de prensa, el equipo de campaña de Joe Biden criticó un discurso “incoherente” e “inconexo”.
Trump, que asistirá a una reunión en Pensilvania el sábado por la noche, se enfrentará a Biden en un debate televisado el próximo jueves, cuatro meses antes de las elecciones presidenciales.
