Tan cerca, tan lejos. Si los vecinos portugueses y españoles han atravesado períodos económicos muy similares durante la última década, la evolución del mercado inmobiliario observada en cada uno de los dos países ha sido, “significativamente diferente”, informa el periódico de Lisboa Público, retomando las conclusiones de un estudio publicado recientemente por el Banco de Portugal (BdP).
Un estudio que tuvo como punto de partida la siguiente pregunta: “Desde 2013, los precios reales de la vivienda han aumentado más del 80% en Portugal y menos del 30% en España. ¿Cómo podemos explicar esta brecha, cuando las dos economías han estado marcadas por una dinámica común en los últimos años?
En este caso, los dos países experimentaron, entre 2008 y 2013, una contracción media del PIB de alrededor del 1% anual, con una caída significativa de la inversión en vivienda y una reducción de la población activa, bajo el efecto de un aumento de la emigración. envejecimiento y la tasa de desempleo. Del 2014 al 2023, periodo “muy atípico”, La recuperación económica se vio socavada por la crisis pandémica, seguida de un shock inflacionario y un aumento significativo de las tasas de interés.
“Sobrevaloración” desde 2017
Los economistas del BdP descubrieron que la reacción del mercado inmobiliario fue significativamente diferente en ambos países. En diez años, los precios de la vivienda han aumentado en términos reales un 3% anual de media en España; En Portugal, el crecimiento se duplicó con creces y “El sector inmobiliario está sobrevaluado desde 2017”, resumen Público. “Este fenómeno no se ha observado en España”, añade el diario.
Este “sobrevaloración de precios”, concluyen los autores del estudio, está impulsado por “shocks de demanda” (sin identificar, sin embargo, el origen de estos shocks, que podrían explicarse, por ejemplo, por un fenómeno demográfico o por una variación de los tipos de interés). “El crecimiento de los precios está claramente determinado por las fuerzas de la demanda. La oferta no es capaz de contrarrestar este efecto y, en determinados períodos, también contribuye, aunque sea ligeramente, al crecimiento de los precios”.