Vreni Schneider celebra hoy su 60 cumpleaños. Icono deportivo de los años 80 y 90, dejó su huella en generaciones gracias a sus actuaciones excepcionales. El fotógrafo Eddy Risch, quien siguió de cerca su carrera, comparte algunas anécdotas y anuncia un más que merecido regalo para esta gran campeona.
El 19 de diciembre de 1984 apareció en la portada de la prensa nacional: “Vreni d’Elm vence a todas las estrellas”. Con sólo 20 años, Schneider consiguió su primera victoria en un Mundial. Fue solo el comienzo de una carrera legendaria.
Apodada “Gold Vreni”, acumula tres títulos olímpicos, tres campeonatos mundiales y tres globos de cristal de la Copa del Mundo. Con 55 victorias en total, sigue siendo una figura imprescindible del esquí suizo.
Sin embargo, a pesar de estos éxitos, siempre fue “Vreni de Elm”, la modesta hija de un zapatero. “La palabra ‘estrella’ no le sienta nada bien”, dice Eddy Risch a blueNews. “Ella tenía los pies en la tierra, era demasiado honesta y modesta. Ella se mantuvo fiel a sus orígenes”.
Simplicidad ejemplar
Eddy Risch, fotógrafo emblemático de BLICK y Schweizer Illustrierte, conoce bien a esta entrañable personalidad. “Vreni era una superestrella del esquí, pero siempre accesible. Ya sea después de una victoria o de una derrota, ella se aseguraba de que no me faltara nada”, recuerda.
Risch siguió al esquiador en diversos contextos, desde campos de entrenamiento en Türkiye y España hasta acciones humanitarias en Senegal con “World Vision”. “Tenía la costumbre de acercarse siempre a mí y preguntarme: Eddy, ¿estás bien o todavía necesitas algo? Ella era excepcional”.
“No soy yo, no me siento cómodo”
Sin embargo, incluso el amable Vreni a veces decía “no”. En 1994, se negó a posar para un calendario deportivo considerado provocativo. “Ella simplemente me dijo: ‘Ese no soy yo, no me siento cómodo’. Era inteligente y sabía mantenerse fiel a sus valores”, afirma Risch. Una anécdota que ilustra perfectamente su autenticidad.
Un museo en preparación para su 60 aniversario
El pueblo de Elm, orgulloso de su campeona, planea rendirle homenaje abriendo un museo dedicado a sus hazañas. Eddy Risch, que aportará sus fotografías, se entusiasma: “Será magnífico. Vreni guardó muchos recuerdos de su carrera”.
Mientras sigue disfrutando de las pistas de Elm, Vreni Schneider celebra su 60 cumpleaños con la misma ilusión y sencillez que ha marcado su vida. “Feliz cumpleaños, querido Vreni”, concluye Eddy Risch. “Fue un momento de ensueño contigo”.
Y para todos los aficionados al esquí suizos, “Gold Vreni” seguirá siendo para siempre una fuente de inspiración. Un museo en su honor parece más que merecido.