Se espera que el primer ministro Benjamín Netanyahu consiga hoy una gran mayoría en el gabinete de seguridad para aprobar el alto el fuego con el Líbano. Se espera que el Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, apoye el acuerdo, o al menos no vote en contra. También se espera que todos los líderes de los partidos de la coalición lo aprueben, con la excepción de Itamar Ben Gvir, que se opone sin amenazar con derrocar al gobierno. Sin embargo, la oposición pública al acuerdo sigue siendo fuerte, particularmente entre la base de votantes de Netanyahu. Esta resistencia se intensificó tras los 250 cohetes lanzados ayer desde el Líbano hacia Israel, principalmente hacia el norte del país.
Ben Gvir ya ha anunciado su intención de votar en contra del acuerdo sobre “Debemos escuchar a los comandantes sobre el terreno y a los alcaldes. Ahora mismo, cuando Hezbolá está debilitado y quiere desesperadamente un alto el fuego, no debemos detenernos”.
El ex ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, también se opuso al acuerdo en una entrevista: “Los acuerdos de Netanyahu con Hamás nos llevaron hasta el 7 de octubre, y ahora los acuerdos con Hezbolá nos llevarán al mismo lugar”.
En el Likud, el Ministro Amichai Chikli escribió: “La serie de golpes a los dirigentes de Hezbollah y a las operaciones terrestres han traído enormes éxitos operativos, en ningún caso debemos venderlos como calma. Ya hemos aprendido por las malas cuál es el precio a pagar comprar tranquilidad en el bazar de Medio Oriente.”
Se espera que Netanyahu se dirija hoy al público para presentar el acuerdo como una medida temporal que será evaluada según la realidad sobre el terreno. Destacará el acuerdo paralelo con Estados Unidos que, por primera vez, daría a Israel libertad de acción y un “cheque en blanco” para actuar cuando quiera.
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