Poca competencia en esta categoría de grandes SUV familiares híbridos enchufables, especialmente a este nivel de potencia. Pero el sueco se encuentra en su camino serios competidores, con una imagen aún más gratificante. Por ejemplo, el Audi Q7, que existe con 55 TFSIe de 394 CV o con 60 TFSIe de 490 CV. Sus precios parten de más de 97.000€ o 105.000€. Pierde un poco de velocidad pero su nivel de tecnicismo y equipamiento es equivalente al del XC90. Es un poco más imponente con 5,07 m de largo. Con 22 kW de batería (netos), llega más lejos 100% eléctrico (al menos 80 km sobre el papel).
Este es también el caso del Mercedes GLE 400e. Un poco menos potente (408 CV), su batería de 25,7 kWh le permite 111 km de autonomía. Pero es caro, a partir de 99.301 euros, para un equipamiento básico menos generoso. Pero parece mucho más moderno que el XC90. Por último, el BMW X5 xDrive50e de 489 CV ofrece una síntesis moderna, más autonomía eléctrica (de 89 a 104 km con 25,7 kWh) y más equipamiento de alta tecnología. Pero cuesta al menos 110.000€ con un equipamiento al que habrá que sumarle opciones a la altura del XC90.
Al final, éste está bien situado en cuanto a precio, pero parece algo anticuado por la modernidad de BMW y Mercedes, mostrando también el Audi el peso de los años de su lado.
Conclusión: todavía en la carrera, pero en un camino diferente
El XC90 siempre ha sido un SUV premium un poco diferente al resto. Por su atmósfera, por su filosofía. Este último rediseño no cambia eso. Ofrece una atmósfera tan zen como su conducción. Un lado poco convencional que es también su punto fuerte.
Este restyling sin duda lo moderniza estéticamente. Por una vez se ve un restyling en un vehículo de semejante estatus, cabe destacarlo. Pero sin avances técnicos, con una batería híbrida ahora un poco pequeña en comparación con la competencia, hoy no puede alcanzar una autonomía 100% eléctrica suficiente. Incluso si su consumo global se mantiene por buen camino, hay que decirlo.
Lo cierto es que con un comportamiento tan suave y confortable, sus 455 CV siempre parecen demasiado. Potencia de sobra, pero inútil ya que invita a una conducción tranquila. Dicho esto, entendemos que Volvo sólo se queda con este motor, lo que le permite, de momento, escapar de la sanción máxima de 60.000 euros a la que se enfrentaría de otro modo.
Pero aún así sufrió una inflación de precios de alrededor de 6.500 euros, compensada por supuesto por una mayor asignación de equipos. En cualquier caso, es un SUV válido, para clientes adinerados o empresas. Pero que debe ser considerado como un compañero de paseo, sin problemas en caminos pequeños… Lo sabíamos, lo confirmamos.
A Caradisiac le gustó
- Comodidad notable
- Perfecta insonorización
- Amplitud en todas las filas
- El excepcional sistema de sonido opcional Bowers & Wilkins
- Equipo básico completo de acabado.
- Suelo plano con banco plegado.
- Rendimiento general
- Consumo contenido en modo híbrido
A caradisiac no le gustó
- comportamiento muy torpe
- La dirección no es precisa e informativa.
- Potencia casi demasiado alta en comparación con la escritura cómoda
- Algunas extrañas ausencias de equipamiento.
- El aumento del precio básico de aproximadamente 6.500 €.
- Las ayudas a la conducción siguen siendo molestas
los costos
Versión | Co2 (un g/km) | premio | Bono/Malus |
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II (2) 2.0 T8 HYBRIDE RECARGABLE 455 AWD ARRANQUE GEARTRONIC 8 7PL | 30 (wltp) | 97 500 € | 0 € |
II (2) 2.0 T8 HYBRIDE RECARGABLE 455 AWD ULTRA STYLE CROMADO GEARTRONIC 8 7PL | 32 (wltp) | 105 000 € | 0 € |
II (2) 2.0 T8 HYBRIDE RECARGABLE 455 AWD ULTRA STYLE DARK GEARTRONIC 8 7PL | 32 (wltp) | 105 000 € | 0 € |