Un día después de una jornada de bombardeos israelíes particularmente mortíferos en el Líbano, que tuvieron como objetivo el corazón de Beirut, Hezbollah anunció el domingo varios ataques con drones y misiles contra objetivos y bases militares en la región de Tel Aviv y en el sur de Israel. En consecuencia, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, pidió en Líbano un “alto el fuego inmediato” en la guerra entre Israel y Hezbolá, tras sus conversaciones con el primer ministro Najib Mikati y el jefe del Parlamento, Nabih Berri.
Soldado libanés asesinado
En Israel, sonaron sirenas de alerta en varias regiones, especialmente en los grandes suburbios de Tel Aviv, dijo el ejército, informando de 160 proyectiles disparados desde el vecino Líbano, algunos de los cuales fueron interceptados. Se observaron daños en Petah Tikva. Por su parte, el ejército libanés, que no participa en esta guerra, anunció que uno de sus soldados había muerto y 18 habían resultado heridos en un ataque israelí contra su posición en el sur del Líbano, bastión de Hezbolá en la frontera con el norte de Israel.
La resolución 1701, que puso fin a la guerra anterior entre Israel y Hezbollah en 2006, estipula que sólo el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU se desplegarán en la frontera sur del Líbano. Esto implica una retirada de Hezbolá, pero también la de los soldados israelíes que llevan a cabo una ofensiva terrestre allí desde el 30 de septiembre.
Israel dice que quiere poner fuera de peligro al Hezbollah libanés y al Hamas palestino, aliados de Irán, su enemigo. Prometió destruir a Hamás tras el ataque sin precedentes de este movimiento islamista en su suelo el 7 de octubre de 2023, que desató la guerra en Gaza, y busca detener el lanzamiento de cohetes de Hezbolá sobre su territorio.
“Presionar”
“Debemos presionar al gobierno israelí y mantener la presión sobre Hezbollah para que acepte la propuesta estadounidense de alto el fuego”, dijo Borrell, subrayando que la UE estaba dispuesta a proporcionar 200 millones de euros para ayudar a fortalecer el ejército libanés.
La propuesta de 13 puntos, que exige una tregua de 60 días y el despliegue del ejército en el sur del Líbano, fue discutida por el enviado estadounidense Amos Hochstein, quien viajó a principios de esta semana entre el Líbano e Israel. Pero no se anunciaron resultados y el ritmo de los ataques israelíes, principalmente contra los bastiones de Hezbolá en el Líbano, se aceleró después de su misión.
“En septiembre vine y todavía tenía la esperanza de poder evitar una guerra abierta de Israel contra el Líbano. Dos meses después, el Líbano está al borde del colapso”, añadió Borrell. Para Mikati, “el ataque directo por parte del enemigo israelí a una posición del ejército (libanés) es un mensaje directo y sangriento de rechazo a todos los esfuerzos por lograr un alto el fuego”.