Incluso cuando es malo, te hace querer amarlo. A pesar de tener dos goles de ventaja a la hora de juego, el FC Barcelona se resquebrajó en los minutos finales y encajó un frustrante empate (2-2) el sábado en el césped del Celta de Vigo durante la jornada 14, en parte debido a un gran error de Jules Koundé.
Derrotado por la Real Sociedad antes del descanso, el Barça, líder y autor hasta ahora de una racha casi perfecta en el campeonato, perdió el hilo cuando tenía el partido en sus manos al encajar dos goles en dos minutos (84.º, 86.º) tras la expulsión de el joven Marc Casado (82º), y continúa su segunda mala actuación consecutiva a tres días de recibir al Brest en la Liga de Campeones.
El lateral francés, pasador decisivo en el primer gol de Raphinha, a pesar de sí mismo devolvió al Celta al partido con un grave error por descuido (84º, 2-1). “No hicimos lo correcto durante todo el partido y fuimos castigados, empezando por mí. No jugué bien desde el principio y cometí un error. Asumo la responsabilidad de este error que nos puso en una situación difícil. (…) Empatamos en parte por mi culpa”, admitió, alegando “falta de concentración”.
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