La NASA repara la Voyager 1 a 40 mil millones de kilómetros de distancia

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La sonda interestelar Voyager 1 vuelve a hacer tiempo extra. De hecho, los ingenieros de la NASA lograron restablecer las comunicaciones con la venerable nave espacial, poniendo fin a un período de silencio de siete meses causado por un problema técnico. Esta hazaña marca un nuevo hito en la exploración interestelar y demuestra la resistencia de la tecnología y el ingenio humano.

Un problema técnico resuelto a miles de millones de kilómetros de distancia

En noviembre de 2023, la Voyager 1 comenzó a enviar señales inconsistentes tras una falla en una de sus tres computadoras a bordo. Durante meses, los científicos han estado intentando resolver este complejo problema.

No fue hasta abril de 2024 que se logró un gran avance. Los ingenieros enviaron una orden a subsistema de datos de vuelo (FDS) responsable de formatear los datos científicos antes de su transmisión. Este comando permitió a la Voyager 1 enviar su primer mensaje legible en cuatro meses, lo que permitió a los ingenieros identificar el problema en un chip de computadora defectuoso.

La solución fue idear un método alternativo para modificar el código FDS de forma remota, una tarea compleja dado que la Voyager 1 está ubicada en más de 24 mil millones de kilómetros de la tierra. Esta intervención finalmente tuvo éxito y permitió restaurar gradualmente los instrumentos científicos de la sonda.

En mayo, dos de los cuatro instrumentos comenzaron a devolver datos utilizables. Con algunos ajustes adicionales, todos los instrumentos ahora están operativos y recopilan información valiosa sobre ondas de plasma, campos magnéticos y partículas en el espacio interestelar.

A pesar de este éxito, la restauración completa de la Voyager 1 aún requiere trabajo. De hecho, los ingenieros deben resincronizar el software de cronometraje, esencial para el funcionamiento sincronizado de los tres ordenadores de a bordo. También es necesario el mantenimiento de la grabadora digital de la sonda, que almacena datos del instrumento de ondas de plasma.

La Voyager 1 ha estado a la deriva en el espacio interestelar desde noviembre de 2018. Créditos: NASA/ JLP

Una jubilación bien merecida

Como recordatorio, la Voyager 1 viaja actualmente a través del espacio interestelar, una región ubicada más allá de la heliosfera, la burbuja protectora creada por los campos magnéticos y los vientos solares. A esta distancia, los comandos enviados desde la Tierra ponen 22,5 horas para llegar a la sonda y las respuestas tardan ese tiempo en regresar. La capacidad de la NASA para resolver problemas técnicos tan complejos a una distancia tan grande es un testimonio del ingenio y la perseverancia de ingenieros y científicos.

Si todo va según lo planeado, la Voyager 1 seguirá proporcionando datos invaluables hasta aproximadamente 2025, enriqueciendo nuestra comprensión del espacio interestelar.

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