En Estados Unidos, se detectó el caso número 55 de gripe aviar en la Bahía de San Francisco, además de múltiples contaminaciones en granjas ganaderas. ¿Es de temer un fenómeno así en Francia? ¿Existen riesgos de transmisión de persona a persona? El profesor de patología aviar de la Escuela Nacional de Veterinaria de Toulouse, Jean-Luc Guérin, respondió a las preguntas de “Marianne”.
La amenaza está contenida en unos pocos caracteres: H5N1. No se trata de un nombre en clave ni de una contraseña, sino de la cepa de gripe aviar que preocupa a los científicos de todo el mundo. Particularmente en Estados Unidos donde, en los últimos meses, este virus se ha extendido a las granjas ganaderas y luego a los humanos. Este viernes 23 de noviembre, autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron que un niño, residente en el condado de Alameda, en el área de la Bahía de San Francisco, había sido infectado con gripe aviar.
Al otro lado del Atlántico, este es el caso humano número 55 desde principios de año. En Francia, ¿deberíamos preocuparnos por un fenómeno así? ¿Es probable que el virus mute y finalmente se transmita de hombre a hombre? Elementos de respuesta con Jean-Luc Guérin, profesor de patología aviar de la Escuela Nacional de Veterinaria de Toulouse y director de unidad del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INRAE).
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Marianne: Dada la situación en Estados Unidos, ¿deberíamos preocuparnos en Francia?
Jean-Luc Guérin: Hoy, en Francia, no nos encontramos en absoluto en la situación que conocemos desde hace 25 años en el Sudeste Asiático ni, mucho más recientemente, en los Estados Unidos. No en vano, las cepas que circulan entre nosotros tienen un potencial zoonótico (que designa el riesgo de cruzar la barrera de las especies) que es mucho menor.
Observamos que la zona en la que surgieron todos estos virus fue el Sudeste Asiático, y en particular China, en 1996. Los primeros episodios de casos humanos aparecieron posteriormente en Hong Kong en 1997, con los virus H5N1.
Desde entonces, ha habido una circulación a gran escala entre diferentes especies de aves, lo que explica la gran variedad de cepas –también llamadas clados– en esta zona. Entre estos clados, algunos son zoonóticos desde el principio y, por tanto, corren riesgo de transmisión a los humanos. Sin embargo, siempre ha sido poco común y el fenómeno se limita a unos pocos cientos de casos.
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Sin embargo, en el sudeste asiático estos casos se han caracterizado por acontecimientos muy graves. La enfermedad comienza en los pulmones y a menudo resulta en neumonía. Durante todo el período, desde 1997, se han producido alrededor de 1.000 casos, con una tasa de mortalidad del 50%. Recordemos que este fenómeno es muy específico de esta zona y continúa hoy en día de forma esporádica, particularmente en Camboya.
¿Cómo explicar la evolución de la situación en Estados Unidos, donde se han detectado 55 casos humanos?
Hace poco más de dos años, cepas procedentes de Europa cruzaron el Atlántico pasando por Groenlandia e invadieron por completo el continente americano. En los últimos meses hemos observado que las explotaciones ganaderas han sido contaminadas por el virus H5N1. Resulta que en la ubre de las vacas hay receptores que permiten que el virus se adhiera porque son muy similares a los que se encuentran en el sistema respiratorio de las aves. Y no lo habíamos previsto tan bien.
El virus probablemente se transmitió a través de la leche, el manejo del personal de ordeño y equipos sucios que contaminaron a las vacas una tras otra. Más de 600 rebaños de ganado en 15 estados han dado positivo desde la primavera. Además, unas cincuenta personas resultaron contaminadas, lo que sugiere que las cepas que llegaron a Estados Unidos adquirieron mutaciones particulares que les confieren un mayor potencial zoonótico.
Tenga en cuenta que los casos en humanos siguen siendo muy esporádicos. El hombre es un callejón sin salida epidemiológico. De hecho, estas cepas no son pandémicas: no se transmiten eficazmente de persona a persona y la mayoría de las veces son mucho menos patógenas.
Quizás esto esté relacionado con la eficiencia del sistema de salud en Estados Unidos, con un tratamiento más rápido de los pacientes en comparación con lo que se observa en ciertos países del sudeste asiático. Esta situación en el continente norteamericano preocupa a los científicos, pero no existe en Europa ni en Francia.
¿Tenemos motivos para creer que también podrían surgir casos humanos de gripe aviar en Francia?
Actualmente, no. En Europa, desde 2016, la cepa que circula se denomina clado 2.3.4.4b. Es muy patógeno para las aves de corral, lo que ha llevado a medidas de sacrificio y a la vacunación de patos en Francia. Pero la suerte que tenemos es que las cepas rara vez son zoonóticas.
Sin embargo, es necesario establecer un sistema de seguimiento. Todas las cepas detectadas se secuencian sistemáticamente prestando especial atención a los marcadores de adaptación, que son mutaciones que podrían generar temores de adaptación.
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Además, se recomienda encarecidamente que el personal que esté expuesto al virus y en contacto directo con las aves (criadores, veterinarios, etc.) sea controlado y vacunado, para garantizar que no se nos escape una infección que no sería clínica, pero sí. lo que permitiría que el virus se multiplicara. Además, llevamos años explicando a los criadores que es imperativo sacrificar las aves infectadas. Si permitimos que el virus circule, corremos el riesgo de adquirir una mutación.
En Francia, la vacunación de los patos, aplicada hace dos años, es muy eficaz porque permite a los productores trabajar con tranquilidad evitando el riesgo de que el virus se multiplique activamente y siga evolucionando.
¿Existen tratamientos adecuados para el virus H5N1 en humanos?
Utilizamos tratamientos contra los virus de la influenza que son bastante genéricos, pero no específicos del H5N1. Ayudan a bloquear la multiplicación de estos virus. Además, la vacunación contra la gripe estacional no tendrá ningún efecto porque esta última está causada por los virus H1N1 o H3N2. De hecho, el sistema inmunológico no reconocerá el virus H5N1. Por otro lado, recomendamos esta vacunación a los criadores para evitar la mezcla de cepas y que se infecten al mismo tiempo con H1N1 y H5N1.
