EL Wall Street Journal proporcionó este lunes nuevos detalles sobre los habitantes de Gaza que retuvieron a los cuatro rehenes recientemente liberados por las FDI, basándose en particular en el testimonio de los vecinos. Como se reveló anteriormente, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv fueron detenidos en la casa de la familia Al Jamal en Nusseirat, personas particularmente ricas que poseen varias casas en el campo.
El artículo revela cómo vivió esta familia mientras mantenía a los secuestrados en su casa. El padre de familia, Ahmed Al Jamal, siguió trabajando como médico e imán en una mezquita. La madre trabajaba en la misma clínica que su marido, mientras que el hijo periodista, Abdullah Al Jamal, que vivía en la misma casa con su esposa e hijos, vigilaba a los rehenes mientras escribía artículos en inglés sobre el sufrimiento palestino durante la guerra.
Ahmed al-Jamal, un médico general de 73 años, era un personaje local notable. Trabajaba por las mañanas en una clínica pública del campo de Nusseirat y por las tardes en su propia clínica privada. También es imán en una mezquita local.
Los vecinos de los Al Jamal dijeron al periódico estadounidense que la proximidad de la familia a Hamás era conocida, pero que desconocían que mantenían rehenes en su casa antes de la operación de rescate del ejército israelí. Algunos residentes del edificio dijeron que estaban sorprendidos por el descubrimiento y señalaron que era difícil guardar un secreto en un vecindario densamente poblado. “A veces incluso se puede oír a la gente toser”, de un edificio a otro, señalaron.
Los rehenes rescatados dijeron que desde su habitación cerrada y vigilada podían escuchar a Abdullah y su esposa, Fatma, que también trabaja en una clínica local, y a sus hijos, haciendo su vida diaria en el apartamento. Los mantuvieron en una habitación de arriba, por lo que nunca se encontraron con los niños, excepto una vez, cuando les permitieron bajar a la cocina.
El edificio de la calle Bisan donde se encontraban los rehenes quedó completamente destruido por un ataque aéreo durante la operación de rescate. Abdullah y su padre murieron en el ataque junto con la esposa de Abdullah, según los residentes locales, quienes dijeron que sus hijos sobrevivieron.
A pocas cuadras de la casa de Al Jamal, la familia Abu Nar retenía a Noa Argamani. La familia también fue asesinada y el edificio destruido, según vecinos del barrio.
La operación de rescate del 8 de junio estuvo acompañada de intensos ataques aéreos y desembocó en un encarnizado combate en las calles de la ciudad entre soldados y hombres de Hamás, provocando muerte y destrucción, hasta el punto que los vecinos del barrio denunciaron públicamente que allí había rehenes. . “Si hubiésemos sabido que aquí había secuestrados nos hubiésemos ido”, dijeron varios de ellos.
