“Empezamos a pasar página. » Laurence Picard, el alcalde (renacentista) de Coulommiers (Sena y Marne), lo dice de un solo aliento, el que se exhala después de una prueba muy difícil. Y su pueblo de 15.000 habitantes vivió uno este jueves 10 de octubre. Como en todas partes en Brie, la tormenta Kirk y su diluvio de lluvia azotaron, ahogando en algunos lugares el centro de la ciudad bajo 1,20 m de agua. “Nunca había visto eso”, el funcionario electo del país no lo puede creer. De los 200 comercios del centro de la ciudad, 57 quedaron inundados. Hoy, la mayoría ha podido vendar sus heridas, secar, limpiar y reabrir sus puertas a los clientes. Cuatro tiendas, situadas en la rue Bertrand-Flornoy, permanecen cerradas.
En esta concurrida calle, que conecta el centro de la ciudad con la estación SNCF, Nicolas sólo puede recibir a sus clientes desde el pasado sábado. En su negocio llamado La Cápsula vende manga, figuritas y “todos los productos relacionados con la animación”. En el momento de la crecida del Grand Morin y de sus arroyos que atraviesan el centro, 45 cm de agua invadieron el almacén y 60 cm la reserva. “En total tengo 100.000 euros de pérdidas, contando el 25% de las existencias y los muebles destruidos, además del cese de actividad durante un mes”, suspira el comerciante.
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