En el macizo de Gardiole, cerca de Sète, se esparcieron albóndigas que contenían veneno para ratas.
Tres perros de caza pertenecientes a miembros de Diane de Balaruc-les-Bains, cerca de Sète, murieron cinco días después de ingerir perdigones envenenados esparcidos por el macizo de Gardiole. Otros dos caninos, en estado grave, se encuentran actualmente siendo atendidos por veterinarios de la zona. Según nuestra información, otro perro tampoco goza de buena salud cerca de Frontignan.
Una docena de bolas de masa descubiertas rápidamente
Para aclarar la situación, los cazadores Balaru fueron a inspeccionar los lugares por los que habían pasado recientemente. Muy cerca de los caminos de bomberos, descubrieron rápidamente una decena de bolitas compuestas de croquetas, carne y, visiblemente, veneno para ratas. Próximamente deberán ser analizados para conocer su composición exacta.
Llamado a la precaución
Como medida de precaución, Jean-Pierre Mercadier, presidente de Diane de Balaruc-les-Bains, prohibió a sus miembros cazar durante tres semanas. También advirtió a otras empresas de la zona, en particular a las de Frontignan y Gigean. Eso sí, se recomienda la mayor precaución durante los paseos familiares por el macizo. Ya sea para los perros de los paseadores o también para los niños que podrían intoxicarse al llevarse los dedos a la boca después de tocar uno de estos pellets.
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