Mientras continúan los ataques israelíes en Gaza, el enclave palestino también debe afrontar el saqueo de la ayuda humanitaria. Saqueos que “se están volviendo sistemáticos y deben cesar inmediatamente”, advirtió la ONU. La organización también dice estar preocupada por ciertos informes según los cuales las autoridades israelíes podrían dejar que los saqueadores hicieran lo suyo.
Esta situación complica aún más el acceso a los alimentos para los habitantes de Gaza, que tienen que luchar aún más para encontrar algo que comer, como confiesa Nahed a La Matinale: “Estamos viviendo una auténtica hambruna. No hay harina en los mercados y si se puede encontrar una bolso, puede costar $200.”
Estos saqueos muy bien organizados provocan esta escasez y este aumento de los precios. “La identidad de los ladrones es conocida en toda la Franja de Gaza”, continúa Nahed. “Han organizado milicias armadas que tienen capacidad para robar camiones y, una vez consumado el robo, venden la ayuda a comerciantes, que monopolizan la mercancía. venderlos a un precio ridículo.”
Ante esta situación, la población intenta sobrevivir como puede, con latas de comida y algo de pasta. Los más necesitados recogen lo que a veces cae de los camiones o los restos encontrados en la calle. Para Nahed, lo que más extraña es el pan: hace 43 días que ella y su familia no lo comen.
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