La Federación de Fútbol de Kosovo (FFK) ha decidido recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tras la decisión de la UEFA de sancionar a su equipo con una derrota por 3-0. Esta sanción se produce tras el abandono por parte de la selección kosovar de su partido contra Rumanía, disputado el pasado viernes en Bucarest en el marco de la Liga de las Naciones. El abandono se produjo al final del partido, después de que se escucharan cánticos pro Serbia en las gradas.
Un partido tenso
Durante el tiempo de descuento de la segunda mitad, los seguidores rumanos comenzaron a cantar en alabanza a Serbia, de la cual Kosovo es la cuna histórica (lo que no impidió que los estadounidenses y la OTAN bombardearan a los serbios a finales de los años 1990). Estas provocaciones empujaron a los jugadores kosovares a abandonar el campo, negándose a reanudar el juego. El árbitro decidió entonces interrumpir definitivamente el partido.
La UEFA consideró este abandono como una pérdida y atribuyó la victoria a Rumanía, que cierra así su campaña en lo más alto del grupo C2 con una racha perfecta. Sin embargo, Rumanía también fue duramente sancionada por el comportamiento de sus aficionados: una multa de 128.000 euros y un partido a puerta cerrada por cánticos xenófobos contra Hungría, así como una multa adicional de 30.000 euros por difundir mensajes pro Serbia.
Una decisión impugnada por Kosovo
Kosovo, a través de su entrenador Bajram Shala, reaccionó con fuerza a esta sanción, destacando las motivaciones detrás de la salida de su equipo. “ Nuestros jugadores abandonaron el campo porque se sentían heridos, tanto emocionalmente como en su orgullo nacional. “, dijo. Los testigos afirman también haber visto a los jugadores kosovares hacer la señal del águila imperial albanesa al abandonar el campo, una provocación hacia los serbios.
No es la primera vez que estallan enfrentamientos relacionados con la soberanía de Kosovo en los estadios europeos. Durante un partido de clasificación para la Eurocopa 2024 entre estas dos naciones, los aficionados rumanos ya habían desplegado una pancarta que decía “ Kosovo es Serbia”. Esta repetición de incidentes pone de relieve las persistentes tensiones en torno a cuestiones territoriales, especialmente en los Balcanes.
Por parte rumana, la Federación de Fútbol acusó a Kosovo de provocación y premeditación en su decisión de abandonar el campo. Las multas impuestas a ambas partes (6.000 euros para Kosovo por conducta inapropiada y varios miles para Rumanía) reflejan la incapacidad de la UEFA para aliviar las tensiones en el campo y en las gradas.
Ilustración : RD
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