Villers – Marckolsheim
Este sábado a las 20 hs.
Por supuesto, el campeonato aún queda largo. Sin embargo, con el paso de los días, Villers Handball sigue escalando puestos en la clasificación. Y, sin embargo, el 12 de octubre, tras su derrota ante el Nancy HB (28-29), empezamos a temer un futuro desastroso para los “siete” del Vllar. Pero después de 5 derrotas consecutivas, Villers encontró algo de luz ganando sucesivamente al Paris SC (31-32), al Roissy (32-31) y finalmente al Gien (30-33). Un ascenso de poder al que contribuyó en gran medida Tanguy Blaise (20 años), que estudió en Neuves-Maisons antes de ocupar su lugar en la guardería sub-18 del Villers HB.
“Me he liberado completamente”
Basta decir que en su segunda temporada en N2, Tanguy Blaise está haciendo chispas. Y eso ya es decir: ¡15/9 contra París, 16/8 contra Roissy y 15/13 en Gien! Estas estadísticas le permitieron incluso ascender al quinto puesto en la clasificación de goleadores del grupo, justo por delante de Pierre Poncet, su capitán. “Pasaron muchas cosas durante la temporada baja”, recuerda.
“Muchos jugadores nos dejaron y también cambiamos de entrenador. Se ha puesto en marcha una nueva filosofía. Antes teníamos individuos y nos faltaba equipo, hoy es todo lo contrario. Personalmente, me liberé por completo. Durante mucho tiempo me molestó una lesión en el hombro, pero también una falta de pasión. La temporada pasada fue difícil y no encontré lo que quería. Este año siento que me están creciendo alas porque he redescubierto mi pasión por este deporte. Fuera de temporada, el entrenador también me pidió que asumiera más responsabilidades porque formaba parte de los ‘ejecutivos’. Finalmente, jugamos cada vez más al unísono”.
Los fines de semana, Tanguy Blaise no duda en vestirse de azul para ponerse al servicio del colectivo. “Para mí defender bien o dar una asistencia es tan importante como marcar un gol”, añade. “Lo importante es que el equipo gane”. En Gien, Tanguy Blaise no dudó en coger las llaves del camión y lanzar un “despotricar en el descanso” porque la situación estaba comprometida. “Regresamos al campo con un estado de ánimo completamente diferente”, afirma Tanguy Blaise.
“Demostramos que podíamos ganar incluso cuando nos faltaban jugadores importantes (Da Silva Ribeiro, Camus, etc.). Los “jóvenes” empiezan a desinhibirse y a ganar confianza. Incluso si la próxima generación comienza a tomar el poder, siempre necesitaremos a los mayores (Poncet, Da Silva Ribeiro, Camus) porque son ellos los que nos hacen superarnos a nosotros mismos”.
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