“Independientemente de lo que pueda implicar la CPI, no hay equivalencia, ninguna, entre Israel y Hamás”, denunció el presidente estadounidense Joe Biden este jueves 21 de noviembre.
Joe Biden consideró “escandalosas” las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional contra líderes israelíes, en un comunicado de prensa publicado este jueves 21 de noviembre.
“Independientemente de lo que pueda implicar la CPI, no hay equivalencia, ninguna, entre Israel y Hamás”, comentó el presidente estadounidense después de que el tribunal internacional emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, su ex ministro de Defensa Yoav Gallant, pero también el jefe del brazo armado de Hamás Mohammed Deif por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
“Siempre apoyaremos a Israel frente a amenazas a su seguridad”, escribió el presidente saliente.
Los republicanos quieren sanciones contra la CPI
“Seguimos profundamente preocupados por el entusiasmo del fiscal por solicitar órdenes de arresto y por los preocupantes errores en el proceso que llevaron a esta decisión”, dijo anteriormente un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Repitió que según Washington “la CPI no tenía competencia legal en este asunto”. El portavoz aseguró que Washington está “discutiendo los próximos pasos con (sus) socios, incluido Israel”.
Donald Trump no ha reaccionado a estas órdenes de arresto, pero su futuro asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, ha prometido una “respuesta fuerte” al “sesgo antisemita” de la CPI cuando el presidente electo preste juramento en enero.
En el Congreso, los republicanos pidieron unánimemente sanciones contra la organización internacional. “La Corte Penal Internacional actuó de la manera más absurda e irresponsable posible”, criticó el poderoso senador Lindsey Graham, cercano a Donald Trump.
“Es hora de que el Senado de Estados Unidos actúe y sancione a esta organización irresponsable”, afirmó.
Ni Estados Unidos ni Israel son miembros de la CPI, un tribunal permanente encargado de procesar y juzgar a personas acusadas de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Fundada en 2002, esta institución, que hoy cuenta con 124 Estados miembros, sólo ha emitido un puñado de condenas desde su creación.