El ejército ucraniano depende de un satélite comprado a Finlandia para localizar objetivos en la zona ocupada o en territorio ruso. Este modelo de última generación permite detectar a las fuerzas armadas rusas en el bosque, a través del humo y las nubes.
La amenaza del espacio. A principios de noviembre de 2024, el gigante alemán de la defensa Rheinmetall anunció la financiación de nuevas capacidades satelitales suministradas a Ucrania por la startup finlandesa Iceye. Un apoyo que parece menos impresionante que una entrega de tanques o misiles, pero que resulta igualmente crucial en la práctica, y las cifras lo demuestran.
Este verano, la agencia de inteligencia ucraniana reveló que el 38% de las aproximadamente 4.200 imágenes recopiladas por el satélite Iceye se utilizaron para atacar objetivos rusos, ya sea en zonas ocupadas de Ucrania o en territorio ruso.
« La gran ventaja del vehículo espacial ICEYE es su capacidad de detectar claramente un grupo de unidades mecanizadas enemigas, incluso cuidadosamente camufladas, gracias a su equipamiento. “, podemos leer en el informe. La inteligencia ucraniana especifica que los ataques afectaron a bases aéreas, sistemas de defensa aérea, depósitos de municiones y refinerías rusas.
La empresa finlandesa también mostró a Numerama otras fotografías recuperadas por el ejército ucraniano, que no podemos distribuir. En estas imágenes, los satélites detectaron y resaltaron las fuerzas rusas escondidas en el bosque.
En otra captura, los soldados ucranianos pudieron observar un puerto ruso en el Mar Negro. El ejército ruso había colocado allí un submarino falso para engañar a la artillería, con la esperanza de que los ucranianos desperdiciaran misiles, en vano.
Satélite de última generación adquirido con donaciones al ejército ucraniano
Iceye utiliza una tecnología particular llamada radar de apertura sintética (SAR), utilizada por la empresa tanto para misiones civiles como de defensa. Al combinar los datos capturados a lo largo de su movimiento, el satélite produce imágenes detalladas que se utilizan para monitorear el medio ambiente o detectar actividades militares, incluso a través de las nubes o en la oscuridad.
Ucrania ya recibe información satelital de los militares estadounidenses y británicos, pero las fuerzas armadas lograron comprar su propio modelo de satélite gracias a donaciones. En 2022, la fundación benéfica Serhiy Prytula y el bloguero ucraniano Ihor Lachenkov recaudaron 20 millones de dólares para comprar tres drones turcos, un satélite y acceso a la base de datos de la empresa finlandesa de satélites.
En esta lista de la compra, el satélite sigue siendo el bien más preciado, ya que todavía permite a los ucranianos estar informados sobre los territorios rusos.
Comprar en Europa también permite a los ucranianos no depender exclusivamente de otros actores. Este argumento también lo esgrime el cofundador de la empresa, Rafal Modrzewski, que espera que su constelación entre en la nebulosa de la defensa europea. “ No podrás garantizar tu seguridad sin tener ojos en el cielo », declara el joven empresario.
Con la reciente autorización de Estados Unidos a Ucrania para disparar misiles de largo alcance, el ejército ucraniano podría explotar aún más las capacidades de los satélites, muy lejos de regiones donde las fuerzas rusas pensaban que estaban seguras.