Con dos paros cardíacos con 12 años de diferencia y sólo 26 años, esta joven girondeana está vinculada a un bombero que intervino para ayudarla.
Una historia improbable. Juliette Moussier, de 26 años, vive en Gironda. A pesar de su corta edad, la mujer que se convirtió en fisioterapeuta sufrió varios paros cardíacos y fue atendida con 12 años de diferencia por el mismo bombero. Desde entonces, una historia real une a la joven y al bombero.
Un desfibrilador interno
Todo empezó el 17 de octubre de 2012, cuando Juliette, que entonces tenía 14 años, sufrió un paro cardíaco en su colegio, el Saint-André College de Burdeos. Tras caer al suelo, los bomberos intervinieron para socorrerla. Entre los socorristas se encontraba el suboficial jefe Martial Malot.
“Recuerdo esta intervención porque Juliette era muy pequeña, esto no es común y nos afecta un poco más. También lo recuerdo porque el trabajo estuvo bien hecho: entre el masaje cardíaco de la enfermera y nuestro relevo, ella logró no tener secuelas”testifica el bombero a nuestros compañeros de Fígaro.
Después de varias semanas en el hospital, Juliette sale con una “desfibrilador interno que tomará el relevo de su corazón en caso de fallo”detalla la vida diaria. Pasan los años y la joven se convierte en fisioterapeuta. Si ya había podido agradecer al suboficial Martial Malot durante su adolescencia, no esperaba volver a verlo algún día, y menos en estas circunstancias.
“Curioso e improbable”
A través de contactos, el bombero visita semanalmente su oficina. El 24 de julio de 2024 esperó su cita, pero Juliette Moussier volvió a sufrir un paro cardíaco. “De repente, en ese momento, tuve un paro cardíaco”dice la joven.
“Aparte de hacerle el 18, tomarle el pulso, acompañarla hasta el suelo y tranquilizarla, no hice mucho. Sin su desfibrilador interno no habría podido hacer nada. Sabía que no sería así”. no era baladí y que ella ya había tenido problemas cardíacos”subraya el bombero, que intervino dos veces a Juliette, con 12 años de diferencia. Una historia que los dos no olvidarán pronto.
“Tuve dos paros cardíacos y, en dos ocasiones, Martial estuvo ahí para ayudarme, obviamente eso tiene que ver. Es una coincidencia inquietante y loca”la joven de 26 años sigue sorprendida. Al bombero todavía le cuesta creerlo. “Sigue siendo curioso e improbable. Pensé que tenía más posibilidades de ganar la lotería que vivir una historia así”.dice Marcial Malot.