Un ataque aéreo atribuido a Israel dejó al menos 61 muertos y 50 heridos el miércoles en la localidad de Palmira, en el corazón del desierto sirio, según el Ministerio de Defensa sirio. Entre las víctimas se encuentran diez soldados del ejército sirio. El ataque supuestamente se llevó a cabo desde la zona de la base estadounidense de Al-Tanf, situada en el cruce de las fronteras sirio-jordana-iraquí. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización de oposición con sede en Londres, presenta cifras aún más elevadas: registra un total de 99 víctimas, entre ellas 49 muertes. Según el OSDH, entre las víctimas se encuentran “24 sirios afiliados a las milicias proiraníes, 22 ciudadanos extranjeros, principalmente miembros de la milicia iraquí proiraní Noujaba, y 3 personas no identificadas”.
El ataque tuvo como objetivo tres sitios distintos en la ciudad de Palmira. Dos objetivos estaban en el barrio de Al-Jamiya, incluido un depósito de armas cerca de una zona industrial donde residen familias de militantes proiraníes de nacionalidad iraquí y extranjera. “El tercer lugar acogió una reunión entre los líderes de las milicias proiraníes presentes en Palmira, los líderes de la milicia de Nujaba y un líder de Hezbolá”, precisa el OSDH.
“Los ataques causaron importantes daños materiales a los edificios atacados y sus alrededores”, dijo el Ministerio de Defensa sirio. Según los informes iniciales, algunos de los edificios afectados se encontraban cerca de sitios arqueológicos en Palmira.
El incidente comenzó alrededor de las 13.00 horas. Varios medios de comunicación sirios informaron de explosiones en la localidad, situada en la región rural oriental de Homs. La radio siria Sham FM informó que varios sitios de la ciudad y sus alrededores fueron atacados, mientras que la agencia de noticias oficial SANA informó de ataques contra áreas residenciales y la zona industrial de la región.
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