Ilustración: Getty, modificada por RE.
Portugal, al igual que su vecino español, vive desde hace varios meses episodios de precios negativos en el mercado eléctrico. Una situación paradójica, que refleja una rápida transición energética, pero también un mercado eléctrico tenso.
Entre febrero y mayo de 2024, el precio spot de la electricidad en Portugal alcanzó niveles récord, con una media de 2,89 euros por megavatio hora (€/MWh) entre el 26 de abril y el 10 de mayo de 2024, 3,14 €/MWh para España en el mismo periodo. . Impulsada por unas condiciones climáticas ideales y una fuerte capacidad de producción renovable, la Península Ibérica vio caer sus precios, alcanzando incluso valores negativos durante varias horas. Para vender el excedente de electricidad, los productores portugueses han tenido que pagar a los compradores, una realidad que se ha traducido en 250 horas de precios negativos desde principios de año, como señaló Ignacio Cobo, analista de Afry, de Montel News durante una conferencia en Lisboa organizado el pasado mes de octubre. A esto se suman 1.000 horas donde los precios eran cero.
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La oferta supera la demanda
La caída de los precios tiene su origen en el rápido desarrollo de las energías renovables. En 2023, el 61% de la electricidad producida en Portugal provino de energías renovables. España, por su parte, vio cómo la cuota de estas energías alcanzaba el 50,4%, lo que supone un aumento de 8 puntos en un año. Ambos países tienen grandes ambiciones: una capacidad combinada eólica y solar de 138 GW en España y una producción eléctrica anual de 90 TWh en Portugal para 2030. Estos objetivos, aunque ambiciosos, son considerados “poco realistas” por algunos expertos, como Jorge Mendoça e Costa. de APIGCEE, la asociación portuguesa de grandes consumidores industriales, entrevistado por Montel News.
Sin embargo, esta abundancia, especialmente durante las horas de sol o viento fuerte, conduce a períodos de sobreproducción, en los que la oferta supera con creces la demanda. Entonces los precios caen mecánicamente. “Si los proyectos actuales avanzan sin un aumento proporcional de la demanda, los precios cero o negativos serán aún más comunes”dio la espalda a Ignacio Cobo.
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Una bendición para los suscriptores, un peligro para los productores
Si bien benefician a los consumidores, estos precios negativos representan un desafío importante para los productores de electricidad renovable. Estos últimos luchan por generar suficientes ingresos en un mercado donde sus costes de producción ya se encuentran entre los más bajos de Europa. Heikki Willstedt, de la Asociación Española de Energía Eólica (AEE), destaca la urgencia de ajustar los objetivos de producción o aumentar la demanda eléctrica para evitar que las renovables sufran demasiada presión económica.
Para superar este desequilibrio, se mencionan varias soluciones. Pedro Amaral, director general de la asociación portuguesa Apren, pide a Montel News que intensifique la electrificación, especialmente en los sectores del transporte y la calefacción. Además, el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía, como baterías o centrales eléctricas de almacenamiento por bombeo, podría ayudar a absorber los excedentes y estabilizar los precios. Finalmente, se están estudiando reformas del mercado eléctrico, como precios diferenciados según la disponibilidad de energías renovables, para integrar mejor estas energías intermitentes.