Confiscación y abuso de autoridad en el DRT de Koulikoro: ¿lo sabe Dembélé Madina Sissoko?

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Dembélé Madina Sissoko

¿Ha resucitado Malikura siendo devorado por ”Sassila Bamba”, el monstruo mítico de la ciudad de Méguétan? Esto es lo que en cualquier caso sugieren los sucesivos hechos ocurridos en la Dirección Regional de Transportes de Koulikoro, que están más allá de toda comprensión. Y, lo que es más grave, profanan el ideal defendido por los defensores de la refundación. No pensarías que estás en el Mali de Assimi Goïta. Una injusticia tan flagrante que parece una villanía, o incluso algo peor: hemos pasado del delito de fraude al abuso de autoridad. Cronología de los hechos.

¿Cómo podemos entender que un agente de un servicio público monopolice, sin título ni derechos, las misiones asignadas a su colega, como si fuera una evidencia, con gran desprecio por los textos que rigen el funcionamiento de dicho servicio? Sin embargo, de esto se trata este escabroso asunto que empieza a soltar la lengua en la ciudad de Méguétan como en la de tres caimanes.

La víctima, Diessé Ousmane Traoré, es un técnico superior de construcción civil que trabaja en la Dirección Regional de Transporte de Koulikoro, donde fue designado por el Gobernador de la región de Koulikoro – Decisión núm. 2023/00258/GRKK/CAB de 10 de junio de 2023- como “ Jefe de Sección Peritajes, matriculación, operaciones secundarias, accidentes e informes mecánicos”. En esta capacidad, es responsable de la elaboración de informes de inspección e inspecciones técnicas. Este ejecutivo, conocido por ser competente y respetuoso de los textos, está también, según varias fuentes, en el origen de la práctica de esta actividad en Koulikoro, cuando constató su ausencia cuando asumió el cargo. Los argumentos invocados en la nota técnica que inició al efecto aparentemente convencieron a la jerarquía.

Lo que podría ser más normal es que haya sido elegido para dirigir este servicio, donde todo ha ido según lo previsto para satisfacción de los usuarios, de los servicios públicos asociados y de la dirección de Bamako. Sin embargo, el ambiente comenzó a deteriorarse cuando irrumpió en su área de especialización el Sr. Souleymane Zankoura Mariko, jefe de la Sección de Registro, Transferencia, Renovación y Duplicación, responsable de los registros y de la preparación de los documentos de registro.

Es evidente que el Sr. Mariko, responsable de otra sección, se dio la libertad de violar el marco orgánico del servicio, ejerciendo las funciones de Traoré. A pesar de las advertencias de este último, su colega hizo oídos sordos.

Traoré informó al sindicato. No pasó nada. Es evidente que para comportarse de esta manera en un servicio público, el señor Mariko sin duda cuenta con un sólido apoyo. ¿Quién es este famoso protector al que claramente no le importan las leyes de la República?

la confiscación

¿Dónde estaba el director general durante este tiempo?, nos preguntamos en un artículo de la semana pasada (Le Challenger n° 1756 del lunes 27 de mayo de 2024). Lo más probable es que permanezca en su puesto. Al no haber evitado que se produjera tal situación, ¿por qué no lo detuvo ella como primera responsable de respetar el marco orgánico y el buen ambiente dentro del servicio? ¿Obedeció alguna orden? ¿Qué papel podría desempeñar Bamako en este oscuro asunto que huele a fraude? ¿Qué esconden el director nacional y su director regional?

El giro que ha tomado la evolución del expediente confirma muchas presunciones.

Abuso de autoridad

Cansado de esperar una intervención saludable de la jerarquía para poner fin al desorden que persistía, Diéssé Traoré solicitó los servicios de un alguacil para tomar nota de los hechos y enviar una orden de cese de disturbios a Zancoura Mariko.

Este es el “delito” que debía tener cuidado de no cometer, además de seguir ocupando su codiciado puesto.

De hecho, ¿qué crees que pasó? ¡Fue la víctima quien pagó por su valor! La dirección no tardó en reaccionar. El pobre Traoré se ve obligado a responder a una petición de explicaciones del director general. Lo cual hizo sin que se lo pidieran. Además, sobre su cabeza recayó una sanción en forma de memorando transfiriéndolo “por necesidades operativas” a otra sección (……) sin mayor explicación.

Y eso no es todo: un segundo memorando designa a su problemático detractor como temporal en su puesto.

¿Está informada la señora Dembélé Madina Sissoko de esta situación que empaña la imagen de su departamento, además de la de Malikura supuestamente en construcción?

¿Cuáles son los verdaderos desafíos de esta ridícula situación creada en Koulikoro? ¿Existe algún vínculo entre los protagonistas? ¿La fibra regionalista explicaría determinados comportamientos?

Casi hemos completado las investigaciones sobre estas cuestiones. Además de estos elementos de respuestas, revelaremos información sobre los caminos tomados por los actores de este negocio sucio para llegar a la cima de este importante servicio técnico.

Así que continuará.

Drissa Togola

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