Para sentirte cada día más feliz y agradecido, una palabra que decir y poner en práctica de forma muy regular bien podría cambiar tu forma de ver la vida. ¡Te lo explicamos!
La felicidad a veces se encuentra en las cosas simples de la vida. A medida que los días empiezan a acortarse y las temperaturas bajan, nuestra moral puede caer rápidamente a cero. La temporada navideña también se acerca rápidamente, lo que puede causar estrés y ansiedad a algunas personas. Para ahuyentar los pensamientos negativos y apreciar el momento presente, Meghan Watson, fundadora y directora clínica de Bloom Psychology & Wellness en Toronto, reveló a la edición americana de Huffpost , la palabra que decir cada día para ser feliz: “Disfrutar”.
Más que una palabra para decir en voz alta, es también una forma de actuar en el día a día. Disfrute de cinco minutos más en la ducha o disfrute de su almuerzo al aire libre en lugar de en la oficina. La idea es disfrutar cada día de pequeños y sencillos placeres. “En realidad es un concepto reconocido en el campo de la psicología positiva como una forma de intensificar y prolongar experiencias que generen emociones más positivas, como la alegría, la gratitud, la aceptación, el placer y el amor”explica Joseé Muldrew, asesor profesional certificado de los medios estadounidenses.
Saborear las pequeñas alegrías: un antídoto contra el estrés y la incertidumbre
Según el experto, saborear es una forma poderosa de desarrollar resiliencia ante los desafíos de la vida. “Es tan fácil quedar atrapado en nuestras vidas (con los factores estresantes diarios, la incertidumbre del mundo y las experiencias negativas) que puede ser fácil pasar por alto los buenos momentos y los más significativos”.explica. Al tomarnos el tiempo para saborear, no sólo podemos gestionar mejor el estrés, sino también “ampliar nuestros recursos internos y nuestra capacidad de prosperar en la adversidad”. Meghan Watson también señala que saborear puede liberar expectativas perfeccionistas: “Nos volvemos muy blancos y negros en la forma en que experimentamos nuestra alegría”. Por lo tanto, saborear el momento presente fomenta un acercamiento más flexible y espontáneo a los placeres cotidianos.
Es posible saborear el pasado recordando un recuerdo feliz, llevando un diario o creando un álbum de fotos. Saborear el presente significa agradecer mientras damos un paseo, comemos un plato que nos encanta o charlamos con alguien que queremos. Saborear el futuro también es posible anticipando o imaginando una experiencia futura placentera. Entonces, ¿listo para intentarlo?
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