En algún lugar de Donbass se encuentra un vasto complejo de salas subterráneas que albergan a los “Pájaros de Madyar”, un regimiento ucraniano único. Unos miles de mujeres y hombres encargados de limpiar el cielo de drones rusos y de destruir sin descanso, mediante drones, a los hombres y equipos del invasor. Ubicado en un lugar secreto, este lugar sirve como cuartel general de Robert Brovdi, conocido como “Madyar” (Magyar, “el húngaro”, en ucraniano), comandante del 414mi Regimiento independiente de sistemas de combate no tripulados.
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Vestido de negro de pies a cabeza, Robert Brovdi, de 49 años, no comparte el humor execrable de muchos soldados ucranianos agotados por casi tres años de guerra. Si las cosas van mal en el frente, se debe “para impotencia de nuestros socios occidentales, que nos ayudaron inicialmente, pero no aceleraron su producción de armas y ahora empiezan a temer que Putin presione el botón rojo”. Decidido a continuar la lucha, “Madyar” trabaja duro para perfeccionar el nuevo arte de la guerra con drones.
Muestra el cuartel general del regimiento a mundo. Una sala está dedicada a la caza de drones enemigos. Estos se dividen en dos categorías principales: drones de reconocimiento (DR) y drones de combate (DC). La primera se convirtió, en el verano de 2024, en una de las principales amenazas porque sus cámaras transmiten, en tiempo real, a la artillería rusa las coordenadas precisas del dispositivo militar ucraniano hasta varias decenas de kilómetros detrás de la frente.
En la sala, un hombre y dos mujeres se sientan frente a pantallas muy grandes y hacen llamadas telefónicas con frecuencia. “Madyar” emite en una pantalla varios vídeos de la destrucción en vuelo de estos DR por parte de “ram drones”, encargados de golpear sus objetivos hasta hacerlos caer. “Utilizamos cuadricópteros de hasta 2.000 metros y drones de ala fija de hasta 4.000 metros”explica “Madyar”, muy orgulloso de que su equipo haya desarrollado drones ariete, a menudo reutilizables y que cuestan unos miles de euros, para derribar los DR cuyo precio está incluido. entre 200.000 y 300.000 euros cada uno.
“Nuestro sistema de cúpula es único”
Los drones de combate se dividen en dos subcategorías: bombarderos y FPV (vista en primera persona ; pilotaje por inmersión, en francés). Estos cuadricópteros muy económicos pululan por el campo de batalla desde 2023 y causan la mitad de las pérdidas humanas y materiales. Los ingenieros del 414mi El regimiento ha desarrollado un sistema de inteligencia electromagnética (ROEM) llamado “Koulibine”, que permite interceptar en tiempo real la señal de vídeo de los drones enemigos (que se utiliza para guiar el drone). La imagen vista por el piloto ruso se muestra en la pantalla, lo que permite a los “pájaros de Madyar” localizarlo con precisión. Aquí es donde entra en juego la red de inhibidores 414.mi. Al cortar la frecuencia utilizada para pilotarlo, provoca que el cuadricóptero caiga sin poder alcanzar su objetivo.
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