Christophe Caron, tras fundar el Avallon Poker Tour en 2006, desea crear un club de póquer benéfico en Avallon. Su objetivo: apoyar financieramente la investigación médica.
A años luz de la imagen “bling bling” del poker, el proyecto que Christophe Caron está desarrollando actualmente en Avallon se puede resumir en una palabra: caritativo. “El póquer tiene una imagen bastante sulfurosa, pero creo que puede resultar útil. Un club de póquer benéfico sería el primero en Francia”, sueña en voz alta el comerciante de Avallon, fundador en 2006 del Avallon Poker Tour, hoy desaparecido.
“Todos los días conozco gente que me habla sobre la creación de un club de póquer en Avallon. Estoy dispuesto a hacerlo, pero mientras sirva para algo no es cuestión de tener otro club”, insiste.
No hay ganancia financiera para los jugadores
Marcado por la enfermedad de varios seres queridos y, más recientemente, por la lucha de la pequeña Léna, que padece un cáncer raro, Christophe Caron vio en el poker una manera de ser útil.
“Mi idea sería organizar un torneo benéfico cada mes. Todas las apuestas de los jugadores se donarían a una fundación o asociación de Borgoña. No sería necesariamente enorme, pero cualquier contribución a la investigación médica es útil. »
Cristóbal Carón (vacío)
En lugar de ganancias económicas para los mejores jugadores, estos tendrían la posibilidad de irse con una invitación a un torneo oficial del circuito.
“Un proyecto así requiere enmarcar bien las cosas para permanecer dentro del marco regulatorio de las asociaciones”, reconoce. Una asociación con uno de los principales jugadores de póquer de Francia, como Winamax, PMU, Poker Stars o Parions Sport, también le parece “imprescindible” al responsable del proyecto. “He iniciado el proceso con ellos, pero lleva tiempo”, argumenta Christophe Caron.
Disfrute del juego y apuestas mínimas.
Convencido de las ventajas de su negocio, el aficionado también quiere contribuir a “mejorar la imagen” del póquer. “Este entorno es más conocido por generar enormes sumas de dinero entre los profesionales y los riesgos de adicción. Sin embargo, es un juego al que se puede jugar sin gastar grandes cantidades de dinero, manteniendo la cabeza sobre los hombros”, defiende. Con algunas reglas simples a seguir, cree:
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La clave es establecer un presupuesto y ceñirse a él. Sin imaginar jamás que ganaremos mucho dinero, viviremos de ello y dejaremos de trabajar.
Abogando por apuestas mínimas, “por el placer del juego”, Christophe Caron explica que hoy en día juega principalmente online. “Puedes apostar 25 centavos si quieres, y eso es genial. También aquí debemos tener cuidado de no cerrarnos y mantener una vida social”.
Lejos de la imagen del gran apostador, el jugador destaca la dimensión “social” del juego de cartas: “El póquer es un juego de estrategia, que combina matemáticas, probabilidad, estadística, pero también psicología, estudio del comportamiento. Es una verdadera escuela de vida”, afirma entusiasmado.
de primera calidad Avallonnais Clément Aubry, del póquer con amigos al torneo nacional
Solal Duchêne