“¡No hubo toma de rehenes! ¡Todo lo que se dijo es falso!” Este lunes 18 de noviembre, al comienzo del día, en las escaleras del número 23 del bulevar François-Grosso, en Niza, la conserje está tan sorprendida como furiosa.
La víspera, por la noche, la policía municipal intervino en el garaje del edificio a su cargo. Alertada por un altercado muy violento entre un hombre armado y una mujer que gritaba hasta perder la voz, la policía creyó que se trataba de una toma de rehenes. El incidente terminó en tragedia y el hombre se suicidó. En cuanto a la mujer, recibió apoyo psicológico.
“Ella quería razonar con él”
“Pero en realidad la señora quería impedir que el señor se pegara un tiro. Quería razonar con él y él le gritó: ‘¡Vete, vete, de todos modos, me voy a matar!’ En ningún momento tomó a nadie como rehén”.asegura el conserje, que sin embargo no presenció la escena.
Pese a todo, cree saber que “fue un empleado del restaurante de enfrente quien intervino”. Esta señora que intentaba evitar lo irreparable conocería a los desesperados. “Él era su jefe”.
“Muy conocido en el barrio por su amabilidad”
El gerente de Taste of Brazil, “era portugués, su esposa es brasileña. Abrieron en febrero de 2022”, explica un poco más un conserje de otro edificio del bulevar. Ella misma, miembro de la diáspora portuguesa, interpreta a un hombre “muy conocido en el barrio por su amabilidad”, un comerciante extrovertido y conversador que daba vida a la esquina. “Nunca podría haberle hecho daño a su esposa”, jura, molesta porque alguien pudiera imaginar lo contrario.
“Ella estaba gritando, estaba gritando, fue terrible”
Respecto a la esposa del difunto, los tutores, con modestia y respeto, describen en pocas palabras su angustia. “Ella también trabaja en el restaurante. Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, intentó ir al garaje pero la policía le impidió pasar. Estaba gritando, gritando, fue terrible”.
Encerrado en su garaje, su compañero se suicidó, sin que la policía ni el empleado pudieran intervenir.